El dramaturgo Wajdi Mouawad enseña las cicatrices de la guerra
El autor de 'Incendies' vuelve a su infancia con 'Madre', el recuerdo de su duro exilio familiar a Francia y Canadá empujado por la guerra civil del Líbano.
26 enero, 2024 02:00El libanés Wajdi Mouawad (Deir el Qamar, 1968) es mucho más que Incendies (2003). Especialmente porque la obra con la que se ha hecho famoso en todo el mundo –y que llevó al cine en 2010 el quebequés Denis Villeneuve– pertence a la tetralogía La sangre de las promesas, integrada, además, por Litoral (1997), Bosques (2006) y Cielos (2009).
Nunca ha eludido el autor, residente en Canadá, un tono autobiográfico pero es en Madre, la nueva entrega que llega a nuestro país este 26 de enero a la Sala Roja de los Teatros del Canal, donde Mouawad relata una de las experiencias que más le han marcado: la huida del Líbano con diez años (en medio de una dura guerra civil) a Francia junto a su madre y sus hermanos (donde esperaron a su padre durante cinco años) antes de exiliarse definitivamente a Canadá.
También Madre está arropada por un proyecto escénico, Doméstico, compuesto por una trilogía integrada por Solos (2008) y Hermanas (2014).
“El ciclo está formado por los cinco miembros de mi familia –precisa el autor–. Sin embargo, si todos han hecho el mismo viaje ninguno de ellos cuenta los recuerdos de la misma manera. Quería contar los puntos de vista de todos. Como en las entregas anteriores, me he ceñido a la realidad pero esta vez con mi madre en primer plano. Pero no se puede olvidar otra realidad, que es la del teatro, por lo que de una forma casi imperceptible la historia acaba desviándose hacia la ficción, aunque el relato sea biográfico”.
“No puedo escapar a la condición de ser hijo de dos madres: la mía y la guerra”. Wajdi Mouawad
Madre, producida por La Colline-Théâtre National y protagonizada por el propio Mouawad, Odette Makhlouf, la estrella de la televisión francesa Christine Ockrent (que se interpreta a sí misma) y Aïda Sabra, recrea el ambiente asfixiante del París de aquella época [la guerra civil del Líbano duró entre 1975 y 1990].
“En la TV vimos los bombardeos en Beirut. Entonces no había móviles ni correos electrónicos. Las líneas telefónicas se cortaban a menudo, por lo que no podías comunicarte con tus seres queridos”, explica Mouawad.
Esta situación desesperaba a la madre del dramaturgo. “Repetía una y otra vez que hubiera preferido estar bajo las bombas en el Líbano que en París en aquellas circunstancias. Todos los niños libaneses de mi generación hemos sido testigos de ello. Cada uno de nosotros, como portadores de esta carga emocional, se las ha arreglado para lidiar con este legado. En mi caso, lo he mitigado escribiendo”.
[Sergio Peris-Mencheta, en los cielos de Wajdi Mouawad]
Por eso, el conflicto ha marcado profundamente a su generación. Muchos, explica, reconocen en la guerra a una segunda madre: “Nos dio a luz tanto como nuestra propia madre. Yo no puedo escapar de esta condición de ser hijo de dos madres. Aïda, Odette y yo compartimos los mismos recuerdos. Las escenas que he escrito pensando en mi madre son escenas que ellas vivieron. Por eso, la memoria resurge naturalmente tanto en el cuerpo como en el lenguaje. Nunca he conocido a mi madre más que preocupada o impaciente. Sin ningún lugar”.