Luna de hojas muertas
José Enrique Canabal
2 enero, 2002 01:00O lo que es lo mismo, leemos una novela que quiere responder a tantos frentes de interés que pierde de vista uno fundamental: el de los fueros de la ficción. A pesar de todo, merece la pena destacar el enorme esfuerzo de documentación sobre cuadros clínicos y patológicos en una trama múltiple que combina extraños y numerosos asesinatos, en el escenario de un hospital psiquiátrico madrileño; de ahí la idea de combinarlos con un argumento asentado sobre una trabajada composición estructural para dejar que unos y otros -psiquiatras, jueces y pacientes- intervengan a través de monólogos, diálogos y conciencias que fluyen sin la mano de un narrador que los gobierne. Y de ahí que la intriga se diluya; que tanto exceso enturbie un trabajo interesante pero poco logrado en el doble objetivo de inquietar y entretener al que debe aspirar esta clase de novelas.