Image: Juan Eduardo Zúñiga

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Letras

Juan Eduardo Zúñiga: "Pobres escritores los que teman expresarse públicamente"

“Pobres escritores los que teman expresarse públicamente”

27 febrero, 2003 01:00

Juan Eduardo Zúñiga, por Gusi Bejer

Pregunta: ¿Qué diferencia Largo noviembre en Madrid de Capital...? Respuesta: Es otra perspectiva de lo que he escrito sobre la guerra civil. El espacio es el mismo, Madrid, pero la ciudad ya no se defiende. En Capital de la gloria hay más relación entre la ciudad arruinada y la crisis de los personajes. P: ¿Por qué la abre con una cita de Alberti? ¿No acabó harto de celebraciones? R: En ese poema, Alberti rinde homenaje a los habitantes de una ciudad trágicamente asediada. Nunca es excesivo recordar a los grandes poetas. P: Novela los últimos días de la guerra civil: ¿dónde empieza la ficción y dónde la autobiografía? R: No hay autobiografía; lo que forma estos relatos es ficción, memoria y también realidad porque alguno de los personajes existió. P: ¿Cómo es el deseo en los tiempos oscuros? R: En las épocas terribles el deseo de amor es más apre-miante cuando la muerte está cerca; entonces, una caricia, una mirada significan la voluntad de vivir. P: ¿Cuál es el mayor misterio de los días y las noches en una dictadura? R: Misterios de los días y las noches es el título de un libro de relatos fantásticos que escribí hace años. Yo nunca relacionaría una dictadura con el misterio, sino con la oscuridad, los secretos, el silencio. P: ¿Con la democracia? R: Transparencia, convivencia, recuperación de la palabra. P: ¿Y cuando las grandes potencias preparan una guerra como ahora? R: La experiencia histórica demuestra que las guerras no resuelven los conflictos, son siempre injustas y crueles y más bien sirven para ocultar oscuros intereses. P: ¿Qué es más dolo-roso, la nostalgia de lo perdido o de lo nunca hallado pero intuido? R: Más doloroso siempre es no alcanzar lo que se intuye como magnífico, y lo no realizado, aún más bello, más idealizado. P: Homenajea en su libro a las Brigadas Internacionales, aunque hoy se dice que fueron un mito... R: Para juzgar a las Brigadas hace falta una objetividad a la que todavía no se ha llegado. Los internacionales representaron un espíritu de solidaridad y de defensa de la legalidad democrática en España. P: A menudo los personajes de los cuentos aseguran que todo se olvidará, pero ¿es posible el olvido? R: Sí, algunos personajes dicen que todo se olvidará, pero ellos lo lamentan: sería un grave error el recurrir al olvido porque el olvido deja vacía el alma. P: ¿A qué precio? R: A uno muy alto: ser infieles a la historia personal y a la colectiva. El recuerdo es fidelidad a unas ideas, a unos sentimientos. P: ¿Cómo se aprende el arte del olvido? R: No me parece arte, sino astucia, frivolidad o envejecimiento cerebral. P: ¿Cuál es la fantasía que podría hacerle vivir en tiempos de crisis? R: Una fe inalterable en que a toda crisis se puede poner un final. P: ¿Qué relación tiene el miedo, el deseo y la muerte? R: ¿Puede haber relación entre el inútil miedo, la absurda muerte y los favores inagotables del deseo, ese “que mueve el sol y las altas estrellas”? P: ¿Sus cuentos están más cerca de Chejov que de Borges? R: Admiro a Chejov. Es un maestro por la sutileza con que describe los sentimientos encontrados, las frustraciones, las atmósferas provincianas. P: ¿El cuento es un género menor o sufre autores menores? R: ¿Pueden ser considerados autores menores Borges o Maupassant? La aparente facilidad del relato breve puede ser un espejismo. P: ¿Cuál es su secreto para mantenerse al margen de bandas literarias? R: No creo ser un solitario. Creo en la amistad entre escritores. P: Debajo de las anécdotas que contaminan la vida literaria, ¿hay algo más? ¿Hay al menos vida? R: Polémicas, críticas, todo ello indica salud de la literatura. Pobres escritores serán los que teman expresarse públicamente y defender sus criterios. P: ¿Cómo cambia la conciencia de la guerra con el tiempo? R: El paso del tiempo ha ido acrecentando el rechazo a aquella terrible violencia desatada y también a los orígenes de esta guerra. P: ¿Qué nos enseñó la guerra civil? R: Que no se puede ir contra la marcha de la historia cuando en todos los países del mundo existía un deseo de modernización, de renovación, de búsqueda de nuevas directrices. P: ¿Y la posguerra? R: Fue lamentable porque persistió el espíritu de la guerra, pero se reveló la intensidad del instinto de supervivencia, el ansia de salvarse, de ser feliz. P: ¿Cómo le explicaría a un niño lo que fue nuestra guerra civil? R: únicamente la literatura puede ser capaz de descubrir los procesos complejos de ese enfrentamiento y lograr, al entenderlos, un distanciamiento. P: Una razón para luchar por la paz. R: Que la vida sigue adelante y hay que ayudarla con nuestra adhesión.