El reencuentro con algunos libros esenciales inspiró este peculiar diario, donde la lectura no reemplaza a la experiencia, sino que la ilumina y enriquece. Buenos Aires adquiere otro aspecto, otra resonancia, cuando se contempla a través de la escritura de Adolfo Bioy Casares. La evocación del pasado se modifica al contacto con las Memorias de ultratumba del marqués de Chateaubriand, que transforman la recreación del yo en literatura. La morfina que se inyecta Sherlock Holmes permite revivir el conocimiento del lsd. Estas páginas constituyen un viaje intelectual, físico y biográfico, que evidencia la inanidad de la vida sin la experiencia estética.