Letras

Conversaciones con Goethe: En los últimos años de su vida

J. P. Eckermann

19 enero, 2006 01:00

Goethe, por Gusi Bejer

Edición y traducción de Rosa Sala. Acantilado. Barcelona, 2005. 1003 pp. 46 euros

Las Conversaciones con Goethe: En los últimos años de su vida de Johann Peter Eckermann cubren, en tres partes, los diez últimos años de la vida de Goethe. Constituyen uno de los más insignes documentos literarios de todos los tiempos. En ellos se recorre un siglo entero en el cual Goethe fue testigo privilegiado.

Aparecen y desaparecen personajes de todos los ámbitos, filósofos, científicos, dramaturgos, políticos, aventureros. Mujeres que tuvieron importancia en la vida y obra de Goethe. Personajes trágicos como Lord Byron. Grandes estadistas y genios militares como Napoleón. Kant, Schiller. El desfile es impresionante. La obra también, tanto en su calidad literaria, en el peculiar estilo de una conversación diaria, como en su capacidad de evocación de tiempos y lugares.

Se disponía hasta ahora de la traducción de Rafael Cansinos Assens, la que corresponde a las obras completas editadas por Aguilar, emprendida de forma meritoria, en un trabajo descomunal, por este escritor. Pero hoy esa traducción adolece de un exceso de retórica del que se resienten todas las obras, no sólo las estrictamente literarias. También falta en ocasiones precisión y expresividad. Y sobre todo concisión.

Esta edición es, en este sentido, un salto cualitativo: constituye una excelente adaptación de la gran obra de Eckermann-Goethe a nuestra escritura actual. La edición, además, está acompañada de un aparato de notas necesario, y de un excelente apéndice que contribuye a orientarnos en este magnífico laberinto, en el cual se van sucediendo escenas de la vida de Goethe, acompañado siempre por este entrevistador, a lo largo de diez años, cada una de las cuales corresponde a una jornada determinada. Hay también un magnífico material gráfico ajustado al curso de la conversación.

Significa una verdadera audacia editorial esta empresa que era a todas luces necesaria. La editorial Acantilado nos tiene ya acostumbrados a estas proezas (no queda lejana la edición de las Memorias de ultratumba de Chateaubriand, o de las memorias de Albert Speer, por no hablar del exhaustivo recorrido por la literatura del viejo imperio austro-húngaro).

Me consta que la figura de Goethe, con toda su grandeza, por alguna razón que intenté indagar hace ya bastantes años, no se halla del todo implantada en nuestra cultura literaria y filosófica hispana. Ortega y Gasset, Alfonso Reyes, Joan Maragall, Manuel Sacristán (y yo mismo) son/somos verdaderas excepciones marginales. No hace mucho apareció en la editorial Biblioteca Nueva una excelente versión bilingöe, editada por Jacobo Muñoz, del interesante estudio de Ortega sobre Goethe (con el que polemicé hace bastantes años, en un ensayo integrado en El artista y la ciudad).

Pueden enumerarse las razones de que Goethe sea para nosotros, según dice Cernuda, "letra muerta". Su serenidad ecuánime, su juicio siempre ponderado, su hondura de percepción y de reflexión, su enciclopedismo espectacular, su grandísima cultura, su refinamiento literario y estético no constituyen las mejores cartas de presentación en un país dado a las convulsiones emotivas y a la mengua reflexiva, polarizada por aversiones y odios seculares, y que con demasiada frecuencia confunde la literatura con la exhibición de pústulas y llagas.

En ese ensayo Luis Cernuda sale al paso de las versiones algo críticas y poco simpáticas que de este olímpico de las ciencias y de las letras dan poetas de la talla de T. S. Eliot o de Paul Claudel. éste le llamó "asno solemne". Aquel escribe un texto sobre Goethe lleno de reticencias (Goethe como el sabio). Apunta a la confesionalidad de ambos escritores frente a la piedad neopagana de Goethe. "El cristianismo lucha mejor contra la impiedad -viene a decir- que contra una piedad diferente".

La grandeza de Goethe se advierte desde la primera página a la última: su cultura universal, enciclopédica, lo mismo que su decisiva contribución en terrenos tan distintos como la ciencia (con su controvertida teoría de los colores, y con sus aportaciones a la idea de evolución, a través del concepto de metamorfosis), la filosofía (su concepción de los Urphänmomenen, fenómenos primordiales, a los que dedica páginas memorables en este texto), la poesía, el drama, la novela formativa, o la novela en general, y al género autobiográfico dan la medida de su genio universal. Y sobre todo la creación de un poema dramático universal, el Fausto en sus dos partes.

él mismo es en gran medida responsable de la idea de "literatura universal". Y en este sentido los recorridos transversales por toda la literatura mundial son, en esta conversación infinita, memorables.

Goethe, lo mismo que Mozart, a quien ahora se le conmemora, son figuras europeas, que una Europa consciente de sí debe asumir como figuras emblemáticas, representativas de lo mejor que este continente ha generado. Era poco melómano, y se rodeó de mediocridades musicales (con la insigne excepción del joven Mendelssohn). Pero su admiración por Mozart y por Haydn sólo queda ensombrecida por su total incomprensión por la música de Beethoven.

Este libro de conversaciones (Goethe-Eckermann) era una necesidad para todos los españoles cultos, y no sólo para quienes formamos parte del pequeño colectivo que profesa, en este país, verdadera devoción incondicional por Goethe. Se recorren todas sus obras, las literarias y las científicas, sus mejores ideas filosóficas (como la teoría de los "fenómenos originarios", o la idea de "metamorfosis"), y sus principales ideas morales y políticas. Su lectura trasluce una sabiduría extraordinaria, pocas veces alcanzada por ningún ser humano.

El libro puede y debe leerse de principio a fin, pero también es un texto de obligada consulta que responde con generosidad a todo cuanto busquemos del inquieto y revolucionado período de la historia que Goethe vivió: el pasaje traumático del Ancien Régime a la época de hegemonía de la burguesía.


Conversación del miércoles 31 de enero de 1827
[...] Me gusta echar un vistazo a lo que hacen las naciones extranjeras y recomiendo a cualquiera que haga lo mismo. Hoy en día la literatura nacional ya no quiere decir gran cosa. Ha llegado la época de la literatura universal y cada cual debe poner algo de su parte para que se acelere su advenimiento. No obstante, ni siquiera valorando de este modo lo que es extraño a nosotros deberemos apegarnos a ningún aspecto particular ni pretender verlo como un modelo. No hemos de pensar que lo adecuado es lo chino, o lo serbio, o Calderón, o los Nibelungos, sino que, puestos a necesitar un modelo, debemos volver siempre a los antiguos griegos, en cuyas obras aparece representado en todo momento el hombre bello. Lo demás únicamente debemos contemplarlo desde un punto de vista histórico y apropiarnos en la medida de lo posible de todo lo bueno que haya en ello. [...]


La aventura de una traducción
Cinco años ha dedicado Rosa Sala a la traducción y edición de estas Conversaciones con Goethe inencontrables desde los años 60. Doctora en filología románica y especialista en Goethe -ha traducido su Poesía y verdad- y Thomas Mann, Sala asegura que "era necesario renovar el lenguaje de las anteriores ediciones". Uno de los mayores problemas fue "hallar el modo más adecuado para suministrar toda la información adicional que el lector contemporáneo necesita para comprender las incontables referencias culturales de las Conversaciones". Para ello, la autora de Diccionario crítico de mitos y símbolos de nazismo (Acantilado) ha reducido las notas al mínimo. En su lugar se incluye un glosario biográfico de nombres propios que funciona como índice onomástico. Este glosario encaja con el texto principal como las dos piezas de un rompecabezas, proporcionando la información que el lector encontraría en las notas a pie de página de una edición convencional aunque dejando a su arbitrio su consulta. La originalidad de la edición reside, según Sala, "en su extenso aparato crítico, orientado al lector español y en la incursión de todas las imágenes relevantes para la comprensión del texto, algo de lo que carecen incluso las numerosas ediciones críticas".

De la traducción, de Alemania, y, por supuesto, de Goethe, hablará Rosa Sala hoy en la Fundación March, donde dictará una conferencia sobre "El misterioso caso alemán. La literatura alemana y el camino único (1737-1918)"