El cielo de Madrid se ofrece diferente a otros libros de Llamazares, más lejos del escritor que fue en La lluvia amarilla, evocador y nostálgico, como avisando de la vida y sus decepciones. El protagonista es "Carlos", un pintor que identifica las etapas de su vida con la imagen de los cuatro "círculos dantescos" -"El Limbo", El Infierno", "El Purgatorio" y "El Cielo"-, ilustrando lo vivido con el colorido que fue tiñendo sus composiciones. A través de éstas perfila la esencia de lo que perseguían quienes llegaron a Madrid cuando "agonizaba" la dictadura de "Franco", y la hallaron "irreal",, y anhelaron su "cielo", lleno de promesas, hasta descubrir que detrás no hay nada.