Letras

Tal día como hoy

Peter Stamm

12 julio, 2007 02:00

Trad. de José Aníbal Campos Acantilado, 2007. 225 páginas. 17 euros

La muerte ya no es una ceremonia, sino un evento más, que se confunde con la rutina de vivir. Andreas, escéptico profesor de secundaria sin otro lazo que un remoto amor de adolescencia, acude a un hospital para realizarse unas pruebas. El examen revela un cáncer. Ni siquiera empieza el tratamiento. Sólo se ocupa de organizar su despedida. Salvo un hermano y unas amantes fugaces no posee más vínculos que su trabajo y un minúsculo apartamento.

Stamm rescata el espíritu de los héroes del existencialismo francés para encarar la experiencia de la muerte en una sociedad secular y desmoralizada. Desmoralizada no ya por haber perdido las referencias éticas, sino por no haber conseguido elaborar nuevos ritos para enfrentarse con la muerte. Andreas no es aficionado a las abstracciones, pero cuando una de sus amantes habla sobre el vacío no entiende su angustia, pues el vacío para él representa el orden, la única eternidad a nuestro alcance. Andreas no experimenta terror ante la perspectiva de morir. Sólo la melancolía de lo inacabado, que en su caso se corresponde con ese amor nunca realizado. Stamm es un narrador extraordinario. Preciso, elíptico, con inspiradas acotaciones sobre la psicología humana, que recuerdan a Dostoievski, pero con una prosa a medio camino entre Camus y Carver. Andreas se pregunta cuántas palabras son necesarias para narrar una vida. Su vida, que es la vida del hombre huérfano de dioses y mitos, pero que ha convertido el cuerpo en la epifanía de la única trascendencia posible.