El arte contemporáneo y el nuevo cine se encuentran en Madrid
Llega una nueva edición de Les Rencontres Internationales, un evento artístico y cultural único en Europa para artistas, profesionales y público
12 abril, 2010 02:00Obra de Almagui Menlibayeva
Bea EspejoSu nombre alude al encuentro con un viejo conocido, aunque cada vez que llega a París, Berlín o, como ahora, a Madrid, muestra una cara nueva, renovada y diferente, siempre desconocida. Son Les Rencontres Internationales, una de las plataformas artísticas más singulares y con mayor trayectoria en la reflexión de la creación audiovisual contemporánea. Avalados por sus trece años de trayectoria en el Centre George Pompidou y Jeu de Paume de París y en el Hanus der Culturen der Welt de Berlín, los Rencontres incorporaron a partir de 2007 una tercera ciudad, Madrid, con el objetivo de constituir un evento artístico y cultural único en Europa para artistas, profesionales y público.
El festival ofrece hasta el 22 de abril la oportunidad de conocer las últimas novedades del cine de autor, del documental de creación, el videoarte o la instalación multimedia, con una programación inédita que reúne, este año, 150 obras llegadas de más de 60 países. Cuatro de las sedes más prestigiosas del circuito artístico madrileño acogen el evento: el Museo Reina Sofía, el futuro Centro Nacional de las Artes Visuales (Tabacalera), la Filmoteca Nacional y la Sala Alcalá 31 de la Comunidad de Madrid. En total son 30 sesiones de proyecciones, una exposición de vídeo y multimedia así como un ciclo de mesas redondas para reflexionar, en esta 28ª edición, sobre el nuevo cine y el arte contemporáneo.
Entre los artistas participantes encontramos algunos de los nombres más importantes del arte de las últimas décadas. Es el caso de la finlandesa Eija-Liisa Ahtila que, con la mezcla de géneros tan diversos como la publicidad, el documental o el cortometraje, alude a un universo misterioso basado en los posos que dejan en la conciencia las emociones límite en la vida. Una artista que volveremos a ver en Madrid el próximo septiembre en la exposición individual que le dedicará la galería La Fábrica. Entre los artistas españoles están Dora García, Pere Portabella y Manuel Saiz, cuya videoinstalación y performance Public Display of Affection ha convocado a numerosas personas, hace unas semanas, en la galería Moriarty. Le encontraremos en la exposición Después del fin, que del 16 de abril al 16 de mayo acogerá el espacio de Tabacalera. La muestra reúne a 35 artistas internacionales que proponen un recorrido de vídeo y multimedia con obras inéditas de Tony Cokes, Thomas Köner, Antoni Muntadas o Lawrence Weiner, entre otros.
El videoarte cumple años
El vídeo está de celebración en nuestro país y no sólo por la llegada de los Recontres. Ya hace cincuenta años de la primera utilización de este formato con propósito creativo de la que se tiene constancia en nuestro país. Fue en 1969 cuando los hermanos Joan y Oriol Duran Benet realizaron el vídeo Daedalus Video, una improvisación con varios monitores y un sistema de circuito cerrado. Aunque para el padrino del videoarte universal, Nam June Paik, el pionero en nuestro país fue José Montes-Baquer. Desde entonces, el videoarte ha ido evolucionando hasta ser uno de los lenguajes imprescindibles actualmente. Al primer Festival de Vídeo celebrado en San Sebastián entre 1982 y 1984 pronto le siguieron los de Madrid, Zaragoza, Vitoria, Gijón, A Coruña, Cádiz, Granada, Valladolid, Valencia… Una edad dorada que culminó con uno de los acontecimientos más emblemáticos, la exposición La imagen sublime. Vídeo de creación en España 1970-1987, en el entonces, aún no museo, Centro de Arte Reina Sofía, junto al fondo de la videoteca de Arteleku, en San Sebastián. Entonces, el videoarte era moda. Toda iniciativa era poca: surgieron los primeros ciclos de cine continuados, los primeros premios e, incluso, las primeras distribuidoras... Hoy, además de todo ello, nuestro país cuenta con una de las pocas ferias dedicadas al vídeo, LOOP, que del próximo 20 al 23 de mayo pondrá a prueba en Barcelona el bueno momento que vive el videoarte en el coleccionismo.