El amante de los caballos
Tess Gallagher
16 marzo, 2012 01:00En esta colección se reúnen doce cuentos homogéneos tanto en su contenido como en el tratamiento de las formas. El primero de ellos, que da título al volumen, es un modelo de lo que encontraremos en los siguientes. En esta historia, la narradora-protagonista recrea los últimos días de su padre, un borrachín y jugador a quien el naipe no favoreció hasta el final. Su muerte supone para ella una verdadera trasmutación de valores.
Resulta complejo destacar un cuento, si acaso "Medidas desesperadas", donde se corrobora una sospecha que nos ha acompañado toda la lectura: la presencia de Hemingway, cuyos ecos resuenan desde el primer cuento. La narradora es una joven reportera secretamente atraída por Terry, el fotógrafo de su periódico, que termina en la cárcel. La conclusión, donde nos relata una anterior experiencia sobre "lo que ocurrió en el asiento trasero de un coche en el blasfemo nombre del amor", (p. 181) acaba dejándonos K.O. como, según Hemingway, es esencial en todo buen cuento. Gallaher lo hace con los mejores de este libro, aquellos que tratan de lo que marca de verdad nuestras vidas.