Mo Yan gana el Premio Nobel de Literatura
La Academia Sueca destaca la mezcla de cuentos populares, historia y contemporaneidad en su obra | El fallo abre la polémica por su presunta ambiguedad hacia el régimen comunista
11 octubre, 2012 02:00El escritor chino Mo Yan. Foto: Aritz.
Las reacciones tras el premio se contraponen. Ai Weiwei lo ha criticado: "Mo Yan es parte del sistema" | Ángel Fernández Fermoselle, su editor en España, lo niega: "Quien lo piense que lea 'Las baladas del ajo'"La Academia Sueca ha otorgado este año el Premio Nobel de Literatura a Mo Yan (pseudónimo que significa "no hables" en chino), porque "con realismo alucinatorio mezcla cuentos populares, historia y la contemporaneidad". El autor chino se ha impuesto a Philip Roth, Alice Munro, Bob Dylan... Todos ellos sonaban como favoritos en las quinielas previas a que se hiciera público el fallo. Y se convierte así en el segundo escritor del gigante asiático en lucir este reconocimiento en su currículo, tras Gao Xingjian, que lo ganó en 2000.
A Mo Yan se le compara con Kafka por su forma describir la impotencia del ser humano frente al poder, pero sus novelas no se caracterizan por lo metafórico y simbólico sino por el análisis histórico y político. En Occidente es conocido principalmente por la adaptación cinematográfica de una de sus novelas, que, con el título de Sorgo rojo, llevó a cabo el director Zhang Yimou. En su obra traza un retrato de la gente humilde, sobre todo campesinos de entornos rurales, que luchan a brazo partido con las circunstancias hostiles que les rodean para salir adelante.
Tras conocer el fallo del jurado, el autor chino declaró sentirse "tremendamente feliz y asustado", según informó la agencia DPA. Y en una entrevista con la agencia oficial china, China News, relativizó la importancia del premio al manifestar que "ganar no representa nada", y añadió: "Seguiré centrado en la creación de nuevas obras. Continuaré trabajando duro, gracias a todos". También dedicó unas palabras a sus compatriotas escritores: "China tiene muchos autores excelentes, cuyos destacados trabajos podrán también ser reconocidos en el mundo". No está tan feliz uno de sus compatriotas más internacionalmente conocidos, el artista Ai Weiwei, que, según informa Efe, ha afirmado tras conocer la noticia que Mo Yan "es parte del sistema" y que la Academia Sueca ha demostrado "una gran insensibilidad" al premiarle. Su editor en España, Ángel Fernández Fermoselle, responsable del sello Kailas, lo niega rotundamente: "Quien lo piense que lea 'Las baladas del ajo'".
Mo Yan nació en 1955 y creció en Gaomi en la provincia de Shandong en el noreste de China. Sus padres eran campesinos. Durante la revolución cultural dejó la escuela a los doce años y empezó a trabajar en la agricultura, y más tarde en una fábrica. En 1976 se enroló en el Ejército Popular de Liberación y fue durante esa época cuando empezó a estudiar literatura y a escribir sus propios relatos. Su primer cuento se publicó en una revista literaria en 1981. El éxito llegó unos años más tarde con la novela corta Touming de hong luobo (1986, en francés Le radis de cristal 1993).
Mo Yan enlaza en su creación narrativa con sus experiencias de juventud y con los ambientes de la provincia en que creció. Esto se hace evidente en su novela Hong gaoliang jiazu (1987, en español Sorgo rojo 1992). El libro se compone de cinco relatos que se entrecruzan y que se desarrollan en Gaomi durante varios turbulentos decenios del siglo XX, con descripciones de la cultura del bandidaje, de la ocupación japonesa y de las difíciles condiciones de los campesinos pobres del país. Sorgo rojo se convirtió en 1987 en una exitosa producción cinematográfica dirigida por Zhang Yimou. La novela Tiantang suantai zhi ge (1988, en español Las baladas del ajo 2008) y la satírica Jiuguo (1992, en español La república del vino 2010) han sido consideradas como subversivas debido a su afilada crítica de la sociedad china contemporánea.
Fengru feitun (1996, en español Grandes pechos, amplias caderas 2007) es un vasto fresco histórico que partiendo de una familia en particular retrata la China del siglo XX. La novela Shengsi pilao (2006, en español La vida y la muerte me están desgastando 2009) utiliza el humor negro para describir la vida cotidiana y los violentos cambios en la joven república popular, mientras Tanxiangxing (2004, en francés Le supplice du santal 2006) es una historia sobre la crueldad humana en el imperio que se desintegra. La última novela de Mo Yan hasta el momento Wa (2009, en español Rana, 2011) arroja luz sobre las consecuencias en China de la política impuesta del hijo único.
Con una mezcla de fantasía y realidad, de perspectiva histórica y social, Mo Yan ha creado un mundo que en su complejidad recuerda a los de escritores como William Faulkner y Gabriel García Márquez, tomando al mismo tiempo como punto de partida la tradición literaria china y la cultura narrativa popular. Junto a las novelas ha publicado un gran número de cuentos y ensayos sobre temas diversos, y se le considera en su país, pese a su crítica social, como uno de los más eminentes escritores contemporáneos.
El galardón está dotado con ocho millones de coronas suecas (876.785 euros). Dos millones menos que en las ediciones previas, ya que la organización decidió rebajarlo en un 20% por la crisis. La ceremonia de entrega se celebrará como es tradicional el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de su creador Alfred Nobel (1833-1896), en la capital sueca.
El premio Nobel de Literatura, el más prestigioso a nivel mundial, se concede desde 1901. En las últimas ediciones han sido galardonados el poeta sueco Tomas Tranströmer (2011), el peruano Vargas Llosa (2010), la germanorumana Herta Müller, el francés Jean-Marie Gustave Le Clézio, la británica Doris Lessing (2007), el turco Orhan Pamuk (2006), el británico Harold Pinter (2005), la austriaca Elfriede Jelinek (2004), el surafricano John M. Coetzee (2003), el húngaro Imre Kertész (2002), el británico nacido en Trinidad Naipaul (2001), el francés de origen chino Gao Xingjian (2000), el alemán Günter Grass (1999), el portugués José Saramago (1998), el italiano Dario Fo (1997), la polaca Wislawa Szymborska (1996), el irlandés Seamus Heaney (1995), el japonés Kenzaburo Oe (1994), la estadounidense Toni Morrison (1993), el caribeño Derek Walcott (1992), la surafricana Nadine Gordimer (1991) y el mexicano Octavio Paz (1990). En total, con el de este año, son 109 los galardonados, de los cuales 12 son mujeres.
Ángel Fernández Fermoselle, editor español de Mo Yan: "Es capaz de escribir 1.000 páginas sobre las que uno va deslizándose, feliz"
- ¿Qué le empujó a editar a Mo Yan en España?
- Editar a Mo Yan es un privilegio, y ya lo era antes de que le concedieran el Nobel. Nos ofrecieron una de sus obras -Grandes Pechos...- a través de un agente literario, y nos enamoramos. A partir de ahí, en 2006, la relación no ha hecho sino crecer sana y feliz. Algunos dicen que qué valientes, correr el riesgo de editar seis libros de él. Pero cuando uno está enamorado, riesgo no hay ninguno.
- ¿Cuál son a tu juicio sus principales virtudes narrativas?
- La capacidad narrativa de Mo Yan yo al menos no la he encontrado en ningún otro autor vivo. Es capaz de escribir 1.000 páginas sobre las que uno va deslizándose, feliz, a medida que las lee para encontrarse, al final, exhausto... de felicidad. Su relación con algo que se le parece al realismo mágico de García Márquez me fascina.
- ¿Cuál es su peso específico en la literatura china?
- Nosotros publicamos a otros grandes autores chinos. Para mí, el mejor con Mo Yan es Han Shaogong. Su Diccionario de Maqiao es una auténtica joya, tal vez mi libro preferido en Kailas. También editamos a Wang Anyi, la gran referencia femenina en China. Han Shaogong y Wang Anyi tienen muchísimo peso en su país, equiparable al de Mo Yan. Internacionalmente, este está claramente por delante. También publicamos a Liu Xiaobo. Sus Elegías del 4 de junio son excelentes; publicarlas (y leerlas), una obligación moral.
- Algunos chinos le acusan de ambiguo en su relación con el régimen comunista. ¿Qué le parecen esas insinuaciones?
Mo Yan es un tipo muy inteligente. Cuando escribe, y también cuando no escribe. Tiene una extrema habilidad para convivir con sus deseos de libertad y ante la idiosincrasia de su país. No es que sea ambiguo, es que es un hombre de una destreza intelectual y una habilidad supremas. Por otro lado, él no eligió vivir en el país que vive, ni sufrir la Revolución Cultural, ni asombrarse ante los cambios en la nueva China. ¿Es culpable de algo? Desde luego que no. Y, por supuesto, no es un autor "del régimen". El que lo piense, que lea Las Baladas del Ajo, por ejemplo.