Image: Francisco de Paula Martínez: Los coreanos inventaron la imprenta 80 años antes que Gutenberg

Image: Francisco de Paula Martínez: "Los coreanos inventaron la imprenta 80 años antes que Gutenberg"

Letras

Francisco de Paula Martínez: "Los coreanos inventaron la imprenta 80 años antes que Gutenberg"

Este miércoles presenta su libro Typográphica, en el que intenta hacer justicia a la historia del arte de imprimir

17 octubre, 2012 02:00

Francisco de Paula Martínez.

Gutenberg no inventó la imprenta. Bueno, sí lo hizo, pero no fue el primero. Ochenta años antes que él, un coreano llamado Choe Yun-ui, de profesión fundidor, creó la imprenta de tipos móviles metálicos. El primer libro impreso del que se tiene constancia no es la Biblia, como comúnmente se cree, sino Jikji, publicado en 1372 y reconocido por la UNESCO desde 2001, que se conserva en la actualidad en la Biblioteca Nacional de Francia. Francisco de Paula Martínez intenta hacer justicia a la cultura precursora de su carrera en el libro Typográphica. La historia del arte de imprimir (Point de Lunettes), que presenta este miércoles a las 19:30h en La Central del Museo Reina Sofía.

"Hemos soslayado la importancia de los coreanos en este invento por esa visión egocéntrica del mundo que tenemos en Occidente", cuenta Martínez a elcultural.es, "pero la Historia es como es, no como queremos que sea". Poco a poco se va reconociendo la labor asiática en la imprenta, pero mucha gente sigue pensando que el modelo que se impuso fue el de Gutenberg, protesta. En todo caso, son dos procesos paralelos, ya que el autor está casi convencido de que no hubo influencia mutua, teoría reforzada por la enorme diferencia de la imprenta de Gutenberg y la coreana, tanto en la altura de las letras y la densidad de la tinta como en el propio concepto de impresión.

Detalle de grabado

Francisco de Paula Martínez nació en Alcalá la Real, Jaén, en 1959, en mismo año en el que su padre instaló una imprenta en casa. "Los olores de la imprenta son los únicos que no huelo. Podría decirse que los llevo en la sangre", bromea. Para él, imprimir no es una profesión, es un arte: "Se trata de un lenguaje personal, que expresa las ideas del autor, a la impresión con tipos de plomo sólo le falta un pequeño paso para ser considerada arte". De hecho, en Estados Unidos e Inglaterra la imprenta artesanal ya tiene su propio espacio de comercio, con ventas consolidadas gracias a la recuperación de la personalización en tarjetas de visita o invitaciones de boda. "Las señas de identidad del papel y la tipografía no se pueden imitar. En España aún necesitamos algunos años para que esto se imponga, porque en ese ámbito vamos con retraso".

El futuro de la profesión le preocupa, sobre todo por esta "maldita crisis", pero no por la aparición de los libros digitales y la supuesta muerte del papel. "No podemos ir contra el tiempo", declara. La imprenta de Gutenberg acabó con los escribas, pero hubo un resurgimiento por la demanda de las élites de libros exclusivos. Quienes podían pagarlo no se conformaban con una edición que podía adquirir cualquiera, buscaban algo más elaborado. Lo mismo sucederá en un futuro próximo: "El libro impreso terminará, pero se mantendrán las ediciones impresas de calidad. Mi generación seguirá amando el papel, pero las más jóvenes se mueven cómodamente en digital". En cuanto al peligro de que el libro impreso se termine convirtiendo en un artículo de lujo, lo descarta. El papel hoy en día no es tan caro, es la distribución lo que infla los costes. "El digital provocará que seamos más exigentes", simplemente.

En la presentación de Typográphica se instalará una pequeña Minerva de platina para que los asistentes experimenten el oficio de Gutenberg y puedan acercarse a un proceso que muchas veces está velado al público. Esta "acción tipográfica" estará coordinada por la familia Plómez, y el autor estará acompañado por José Bonifacio Bermejo, director de la Imprenta Municipal de Madrid; José Ramón Penela, fundador de la web unostiposduros; y Manuel García, editor de Point de Lunettes.