Leopoldo Abadía: "Empezaremos a mejorar en diciembre"
El divulgador más popular de la crisis publica El economista esperanzado, Premio Espasa de Ensayo
24 octubre, 2012 02:00Leopoldo Abadía. Foto. Sergio Enríquez-Nistal.
Ya han pasado cuatro años desde que Leopoldo Abadía (Zaragoza, 1933), ingeniero industrial y profesor de la IESE durante 35 años, empezó un diccionario de la crisis que comenzó a correr como la pólvora en Internet. La clave de su éxito fue que todo lo que recopilaba lo escribía para sí mismo, para poder entenderlo. Aquel glosario sencillo y diáfano desembocó en un libro, La crisis ninja y otros misterios de la economía actual, que vendió cuatro millones de ejemplares. Abadía se convirtió en el maestro de economía perfecto para miles de personas y durante mucho tiempo fue un habitual de los talk shows. A aquel libro le siguieron La hora de los sensatos: Una solución practica a todos los problemas que nos ha traído la crisis; ¿Qué hace una persona como tú en una crisis como esta?, y ahora acaba de publicar El economista esperanzado, que le ha valido el Premio Espasa de Ensayo por lo que mejor sabe hacer, que es, como él dice, "explicar las cosas de forma que las entienda tu abuela".- ¿En qué se basa la esperanza que da título al libro?
- En que lo veo muy claro. Vamos en una dirección que me gusta, hacia Europa. Ya tenemos la unión monetaria, desde hace diez años; la bancaria, que a trancas y barrancas va saliendo, con un BCE que rescatará a los bancos, un supervisor bancario y un fondo de garantía único. También tenemos la unión fiscal, porque los presupuestos nos los aprueban en Bruselas. Y, hace un mes oigo a Almunia decir que las recomendaciones de los comisarios son obligaciones, o sea, que la unión política a efectos prácticos también la tenemos. Tengo la sensación de que Europa dice: "van a ser europeos, pero primero pónganse guapos". Para ello hay que reducir 30.000 millones del déficit de 91.344 que tenemos ahora, y eso sólo se consigue disminuyendo el gasto y los salarios y subiendo los impuestos, aunque sea doloroso.
- ¿Por qué cree que empezaremos a mejorar a partir de diciembre?
- Por las reformas bancarias que se están haciendo. El banco malo está a punto de salir ya, y me parece algo buenísimo, aunque hay dos cosas por resolver: a qué precio compra la porquería el banco malo y quién pone el dinero para crearlo. Si lo pone el Estado significa que las bobadas de unos cuantos las vamos a pagar con el dinero de todos. Parece ser que el Estado tendrá una participación del 49% y el 51% restante será asumido por inversores privados. Les han pedido al Santander, al BBVA y a La Caixa que compren esas participaciones. A la Kutxa también, pero les ha dicho que su padre. Creo que el banco malo va a clarificar mucho las cosas, si con eso se sanean los demás. Y si esperamos mucho, igual hasta gana dinero cuando suba el precio de los pisos que compre dentro de diez años.
- Usted propone animar a los bancos a que pongan en circulación el dinero del fondo de facilidad de depósito. ¿Qué es eso?
- Es un fondo en el que los bancos europeos tienen depositados 800.000 millones de euros que generan un interés del 0%. Para tenerlo allí muerto, más valdría que lo movieran y concedieran créditos a las empresas. No hablo de la General Motors, sino de la peluquería de enfrente. Si con eso puede contratar a una persona, empezaremos a crecer.
- También defiende volver a centralizar el Estado.
- Lo que no puede ser es que un territorio del tamaño de Texas esté formado por 17 nacioncitas. Ese modelo nos sacó de una situación difícil hace 30 años, pero yo creo que ya es hora de revisarlo. No sé si la culpa de lo que se ha despilfarrado es de la administración central o de las comunidades autónomas. No me interesa saber de quién es la culpa, sino arreglar la situación. Yo me cargaría un montón de puestos públicos que se han inventado de la nada. Sobra gente, el paro dura dos años pero esos puestos son eternos y dañinos.
- Usted que espera con tanta ilusión la creación de los Estados Unidos de Europa, ¿para cuándo cree que serán una realidad?
- Yo creo que dentro de un año, en octubre de 2013, esto debería de haber pegado un avance gordo, en el sentido de que haya un BCE mandando de verdad, un supervisor de presupuestos, un gobierno europeo en serio y un parlamento que no fuera adonde van a morir los elefantes. Hoy, al político que se quieren quitar de encima lo mandan a Estrasburgo. El 2013 podría ser un año buenísimo, si nos metiésemos a fondo con las autonomías, las diputaciones y los ayuntamientos, le daríamos la vuelta al calcetín.
- ¿No cree que los países menos fuertes perderían poder frente a Alemania si Europa fuera un Estado?
- ¡Si ya lo hemos perdido! Debe mandar el que esté en mejores condiciones, el que se porte mejor. Y ahora mismo es Alemania.
- Propugna una revolución civil que consiste en que todos seamos más maduros, para lo que es esencial una reforma educativa.
- Los 47 millones de españoles deberíamos tener criterio. Cuando salieron las participaciones preferentes, copié lo que eran en cuatro líneas, y añadí el comentario: "Dios mío". Se veía que eso no era nada bueno. Cuando unas cuantas entidades empezaron a emitirlas, anuncié sus nombres. Luego la gente se quejó de que les habían estafado, y con razón. Pero si se hubieran preocupado de informarse, lo habrían evitado. Me interesa mucho que los chavales aprendan geografía e historia, pero que tengan también una educación integral en los valores de siempre: que no se debe meter la mano en la caja, ni mentir, ni ser un trepa.