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Desnudando a Cervantes
La Real Academia Española inaugura los actos de conmemoración del IV Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes con la presentación de Autógrafos de Miguel de Cervantes Saavedra una singular edición facsímil que reúne el corpus completo de los documentos autografiados por el autor de El Quijote.
La Real Academia Española, como pistoletazo de salida de los actos de conmemoración del IV Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes, ha acogido esta mañana la presentación de Autógrafos de Miguel de Cervantes Saavedra, una singular edición facsímil editada por Círculo Científico - Taberna Librería, que reúne el corpus completo de los autógrafos del autor de El Quijote, del que El Cultural ya publicó un amplio informe el pasado mes de octubre. Todos ellos aparecen en documentos, cartas y actas, principalmente de carácter administrativo, que han sido verificados como auténticos con precisión científica mediante estudios paleográficos, ortográficos y grafo-caracterológicos que nos permiten acercarnos como nunca antes a la auténtica voz del nuestro escritor más universal.
En total, tras desechar numerosas atribuciones incorrectas, se incluyen 12 documentos procedentes de distintas instituciones. En concreto, el Archivo General de Simancas, el Archivo Histórico Nacional, el Archivo Municipal de Carmona, la Biblioteca Nacional de España y la Rosenbach Museum Library de Filadelfia. "En esta edición facsímil podemos asomarnos a lo poco que queda de lo que Cervantes creó con sus propias manos", explica el Catedrático de Filología Románica de la Universidad Complutense de Madrid José Manuel Lucía, uno de los especialistas involucrados en el estudio de los documentos. "No solo es su firma, también se trata del ADN de nuestro Cervantes hombre".
En este trabajo han tenido especial importancia las aportaciones de la paleógrafa Elisa Ruiz quién además realizó un importante descubrimiento cuando halló en el Archivo de Simancas el comienzo de uno de los textos que se encontraban en Filadelfia. "Esto acredita que los tres documentos de la biblioteca Rosenbach proceden del propio archivo de Simancas y que en algún momento fueron sustraídos", explica Ruiz. Entre otras características de la escritura cervantina, esta paleógrafa indica que es pausada, cuidada y elegante y que contaba con ciertos rasgos muy característicos. El estudio de su firma entre 1582 y 1604, que es el arco temporal entre los doce documentos estudiados, permite a su vez conocer los estragos del tiempo en la persona de Cervantes.
"A estas alturas es sorprendente que podamos decir algo nuevo de él", comenta Juan Gil, Catedrático de Filología Latina y académico de la RAE. "Pero hasta ahora cualquier estudio de la ortografía cervantina llevaba a conclusiones falsas porque no se había separado el grano de la paja, es decir, todavía se le asociaban gran cantidad de documentos falsos". Como indica este académico, Cervantes ajustaba la escritura al habla y entre otras cosas sufrió la traición de su editor, Juan de la Cuesta. "Cervantes escribía su nombre con b probablemente para darse cierto toque aristocrático pero de la Cuesta lo cambió por v".
Además, la grafología nos permite descubrir el carácter y la personalidad de Cervantes pero sobre todo su parte emocional. "Ha sido como desnudarlo", explica la grafóloga Sandra María Cerro. El minucioso análisis llevado a cabo por esta profesional nos indica que el escritor de El Quijote se dejaba llevar por los impulsos. "Era un nervio vivo, un hombre dinámico, activo y poco amante de la rutina", continúa Cerro. "Ligaba palabras y esto indica apasionamiento, creatividad. Era un hombre optimista que sabía resurgir de sus cenizas".
Tres de estos documentos marcan hitos importantes en su vida. El primero es una queja por no haber visto complacida su petición de una plaza para las Indias, un hecho que podría haber cambiado la historia; el segundo es una carta escrita desde la cárcel donde se queja de sus circunstancias, y, por último, la solicitud del privilegio para publicar El Quijote.
Por último, Dario Villanueva, presidente de la RAE y autor del prólogo de Autógrafos de Miguel de Cervantes Saavedra, ha dado por inaugurado los actos de conmemoración del IV Centenario de la muerte del escritor con este acto que ha remarcado que "procede de la iniciativa de la sociedad civil". "Los centenarios son previsibles y España no debería dejar pasar la ocasión de otorgarle la importancia que merece".
@JavierYusteTosi
La Real Academia Española, como pistoletazo de salida de los actos de conmemoración del IV Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes, ha acogido esta mañana la presentación de Autógrafos de Miguel de Cervantes Saavedra, una singular edición facsímil editada por Círculo Científico - Taberna Librería, que reúne el corpus completo de los autógrafos del autor de El Quijote, del que El Cultural ya publicó un amplio informe el pasado mes de octubre. Todos ellos aparecen en documentos, cartas y actas, principalmente de carácter administrativo, que han sido verificados como auténticos con precisión científica mediante estudios paleográficos, ortográficos y grafo-caracterológicos que nos permiten acercarnos como nunca antes a la auténtica voz del nuestro escritor más universal.
En total, tras desechar numerosas atribuciones incorrectas, se incluyen 12 documentos procedentes de distintas instituciones. En concreto, el Archivo General de Simancas, el Archivo Histórico Nacional, el Archivo Municipal de Carmona, la Biblioteca Nacional de España y la Rosenbach Museum Library de Filadelfia. "En esta edición facsímil podemos asomarnos a lo poco que queda de lo que Cervantes creó con sus propias manos", explica el Catedrático de Filología Románica de la Universidad Complutense de Madrid José Manuel Lucía, uno de los especialistas involucrados en el estudio de los documentos. "No solo es su firma, también se trata del ADN de nuestro Cervantes hombre".
En este trabajo han tenido especial importancia las aportaciones de la paleógrafa Elisa Ruiz quién además realizó un importante descubrimiento cuando halló en el Archivo de Simancas el comienzo de uno de los textos que se encontraban en Filadelfia. "Esto acredita que los tres documentos de la biblioteca Rosenbach proceden del propio archivo de Simancas y que en algún momento fueron sustraídos", explica Ruiz. Entre otras características de la escritura cervantina, esta paleógrafa indica que es pausada, cuidada y elegante y que contaba con ciertos rasgos muy característicos. El estudio de su firma entre 1582 y 1604, que es el arco temporal entre los doce documentos estudiados, permite a su vez conocer los estragos del tiempo en la persona de Cervantes.
"A estas alturas es sorprendente que podamos decir algo nuevo de él", comenta Juan Gil, Catedrático de Filología Latina y académico de la RAE. "Pero hasta ahora cualquier estudio de la ortografía cervantina llevaba a conclusiones falsas porque no se había separado el grano de la paja, es decir, todavía se le asociaban gran cantidad de documentos falsos". Como indica este académico, Cervantes ajustaba la escritura al habla y entre otras cosas sufrió la traición de su editor, Juan de la Cuesta. "Cervantes escribía su nombre con b probablemente para darse cierto toque aristocrático pero de la Cuesta lo cambió por v".
Además, la grafología nos permite descubrir el carácter y la personalidad de Cervantes pero sobre todo su parte emocional. "Ha sido como desnudarlo", explica la grafóloga Sandra María Cerro. El minucioso análisis llevado a cabo por esta profesional nos indica que el escritor de El Quijote se dejaba llevar por los impulsos. "Era un nervio vivo, un hombre dinámico, activo y poco amante de la rutina", continúa Cerro. "Ligaba palabras y esto indica apasionamiento, creatividad. Era un hombre optimista que sabía resurgir de sus cenizas".
Tres de estos documentos marcan hitos importantes en su vida. El primero es una queja por no haber visto complacida su petición de una plaza para las Indias, un hecho que podría haber cambiado la historia; el segundo es una carta escrita desde la cárcel donde se queja de sus circunstancias, y, por último, la solicitud del privilegio para publicar El Quijote.
Por último, Dario Villanueva, presidente de la RAE y autor del prólogo de Autógrafos de Miguel de Cervantes Saavedra, ha dado por inaugurado los actos de conmemoración del IV Centenario de la muerte del escritor con este acto que ha remarcado que "procede de la iniciativa de la sociedad civil". "Los centenarios son previsibles y España no debería dejar pasar la ocasión de otorgarle la importancia que merece".
@JavierYusteTosi
