Un año de libros y de tantas maneras de escribir
María Dueñas , Eva García Sáenz de Urturi, Nacho Carretero, Elvira Sastre, la editora de Laura Gallego, Rosa Samper, y Roberto Santiago
María Dueñas , Eva García Sáenz de Urturi, Nacho Carretero, Elvira Sastre, Laura Gallego y Roberto Santiago son los seis ganadores de la primera edición de este premio, Un año de libros, que organiza El Corte Inglés con un jurado compuesto por libreros
Un año de libros, pero también de historias y de autores. Tantas maneras de escribir. "Todos llevamos una gran novela dentro -cuenta la autora de El tiempo entre costuras-, simplemente llega un momento en la vida en la que algo te pide sacarlo. En mi caso no es una necesidad interna sino una de construir otros mundos y otras vidas".
Al contrario que ella, Elvira Sastre escribe para sí misma. "Escribo porque leo -interviene la poeta-. Porque he leído siempre y llega un momento en que te confundes de libro y ese libro está en blanco y te pones a escribir. Y si leo es porque cuando era pequeña una bibliotecaria maravillosa me recomendaba libros y porque los libreros en las librerías de Segovia me aconsejaban". Eva García Sáenz de Urturi los llama la infantería porque "ellos están siempre en primera línea del frente".
El caso de Nacho Carretero es, posiblemente, el más particular. Su novela, Fariña, ya había vendido 400.000 ejemplares y firmado para una serie antes de ser secuestrada por orden de un juez. "Pasamos unos meses muy fastidiados -explica el periodista-. No negamos que aquello ayudó a las ventas, pero eso no es incompatible con que lo pasáramos muy mal". El secuestro, no obstante, le aportó un aliado casi esperado. "Tengo con los libreros un vínculo especial, hasta las librerías pequeñas apostaron por Fariña y fueron muy valientes. Se portaron de una manera increíble, mostraron su apoyo, su indignación, nos escondieron, dieron la cara por nosotros y nos ayudaron en todo momento".
Es por eso que todos reciben el premio con un valor añadido. "El año que viene se cumplen diez años, una década, de El tiempo entre costuras y yo creo que el reconocimiento a una década muy intensa y muy gratificante es una enorme alegría", señala Dueñas para quien "es una ilusión enorme que venga impulsado por todos aquellos que se pasan el día entre libros observando los gustos y las inquietudes de los lectores".
La escritora, que acaba de publicar Las hijas del capitán, confiesa que concibe "cada novela como una cápsula aislada de las demás. Un proyecto propio en el que me exijo lo mismo". Inmersa en la promoción de esta última novela, "cada vez me doy más cuenta de que los lectores somos muy parecidos con independencia del país y la cultura -reflexiona-. Las reacciones y las sensibilidades son las mismas, apenas hay diferencias entre culturas. A todos nos mueven al final las mismas cosas que tocan el alma, que te rozan la piel".
Con todo, a pesar de ser todos ellos autores de éxito, confiesa Dueñas que "saber que cuentas con los lectores que vienen de la novela anterior es muy reconfortante". Pero también ejerce una presión, apunta García Sáenz de Urturi para quien, no obstante, "cuando estás en el despacho escribiendo dejas fuera ese millón de lectores y la única lectora eres tú".
Aunque Roberto Santiago celebra que "estamos en el mejor momento de la literatura infantil y juvenil", tanto por la cantidad como por la calidad, en el lado más reivindicativo, recuerda Carretero que "vivimos en un país que esta llenísimo de temas novelescos apasionantes que son capítulos oscuros de nuestra historias, cosas que o nos han avergonzado o nos han acomplejado, pero que siempre han estado ahí". En este sentido, el periodista gallego señala que "Fariña ha ayudado a derribar un poco esos límites y a darnos cuenta de que la historia puede ser contada a través de muchos canales".
En el lado más institucional, Elvira Sastre pide más implicación y más ayudas. "He tenido la suerte de ir ya tres o cuatro veces a América Latina -comparte la poeta-, a las Ferias del Libro de México, Colombia y Argentina y la Feria del Libro que tenemos aquí me encanta pero no tienen nada que ver con las que se hacen en Bogotá por ejemplo". Es en este punto, donde María Dueñas añade que "desde otros lados también se pueden hacer cosas que no se hacen". Se refiere a los medios de comunicación. "Es prácticamente irrelevante el tratamiento que se le da la literatura en ellos. Hay una responsabilidad desde muchos ámbitos de impulsar ese afecto por los libros".
@mailouti