Frantz Fanon en una conferencia en Túnez (1959). Foto: Wikimedia Commons

Frantz Fanon en una conferencia en Túnez (1959). Foto: Wikimedia Commons

Letras

Frantz Fanon, el 'psiquiatra rebelde' adalid de la descolonización violenta

El norteamericano Adam Shatz publica una biografía del activista martiniqués en la que recorre la evolución de su pensamiento y el reflejo de este en su vida. 

24 junio, 2024 01:13

Cuando el joven estudiante de medicina Frantz Fanon (Fort-de-France, Martinica, 1925 - Bethesda, Maryland, 1961) vio cómo el dedo índice de un niño blanco apuntaba hacia él durante un trayecto de autobús en Lyon, se le heló la sangre.

No llamó la atención del chico por ser un veterano de guerra; tampoco por ser un doctor en ciernes. Lo que perturbaba al joven era el color oscuro de su piel. Fanon, martiniqués de nacimiento, se vio a sí mismo a través de los ojos del que le señalaba y no se reconoció.

Aquella experiencia hizo mella en quien más tarde sería reconocido como uno de los ideólogos y activistas de culto de los movimientos de descolonización. La recordaría varias veces durante los años posteriores y hablaría de ello en su obra escrita.

Sin embargo, no era la primera vez que sufría una situación así. El autor de Piel negra, máscaras blancas, que durante la Segunda Guerra Mundial se alistó en el ejército de la Francia Libre, sufrió el paternalismo y la infantilización que proyectaba hacia él ese mismo pueblo por el que había derramado su sangre.

Fanon llegó a la conclusión de que los valores de libertad, igualdad y fraternidad que había luchado por defender eran una falacia que no se aplicaba a los franceses de segundo orden racializados como él. 

En el libro La clínica rebelde: las vidas revolucionarias de Frantz Fanon, Adam Shatz, redactor jefe para Estados Unidos de la London Review of Books y colaborador habitual en The New Yorker y The New York Times Magazine, profundiza en las raíces del conflicto interno que llevaron a Fanon a participar en la causa argelina.

Portada de 'La clínica rebelde', de Adam Shatz. Foto: Debate

Portada de 'La clínica rebelde', de Adam Shatz. Foto: Debate

Para ello, el norteamericano incide en el ideario que Fanon construyó tras los choques de realidad racial que sufrió a partir de su participación en la guerra, fundamental para entender sus acciones posteriores.

En el libro asistimos a la génesis de una concepción de psiquiatría existencialista en la que considera que el trauma de la colonización está detras de una enorme cantidad de patologías mentales en las poblaciones nativas de las colonias. 

El contacto del martiniqués con las corrientes de pensamiento filosófico que florecieron durante la posguerra fue esencial para el desarrollo de su posicionamiento político posterior. Durante su formación como psiquiatra en Francia estuvo en contacto con figuras tan relevantes en este campo como Sartre, de cuya filosofía existencialista Fanon se haría eco en el conjunto de su obra. 

Si la base de la filosofía de Sartre era que a la existencia del ser humano le seguía la esencia que se construia a partir de sus experiencias, Fanon aplicaría esa perspectiva en el asunto colonial. En contra de concepto en boga aquellos años como la "negritud", que consideraba que la raza negra tenía una naturaleza de base diferente a la blanca a la que se debía volver, el martiniqués defendía que el hombre negro no era diferente por su naturaleza, sino por su experiencia traumática de dominación.

Más tarde, en sus trabajos posteriores Fanon desarrollaría también la idea del efecto catártico que tiene la aplicación de la violencia por parte del colonizado sobre el colonizador. Para superar la herida de la dominación, el pueblo sometido debía romper sus cadenas por la fuerza

Shatz evita, sin embargo, la glorificación del personaje. No rehuye las aristas evidentes que presentó en su vida. Durante los años en los que dirigió un hospital psiquiátrico en Argelia, apoyó sin paliativos las acciones del Frente de Liberación Nacional (FLN).

Al poco tiempo se uniría a la causa armada, donde ofrecería sus servicios como médico y portavoz. Cumpliendo esta última función, maquilló y ocultó los casos de violencia injustificada por parte del FLN contra civiles y correligionarios. 

Su apoyo a la causa independentista acabaría por llamar la atención del poder francés en Argelia. Después de meses prestando sus servicios desde el centro psiquiátrico del que era director, se vio obligado a huir a Túnez, donde le esperaban las fuerzas de liberación argelinas exiliadas. Fue allí dónde se convirtió en una de las cabezas visibles del movimiento.  

Sartre consideraba que el terror era el pegamento que cohesionaba toda causa o movimiento revolucionario. Esta "fraternidad-terror" de la que hablaba el filósofo francés dejó huella en Fanon, pese a su compromiso incondicional con el movimiento de liberación, después de ver que las represalias contra otros argelinos se volvió algo habitual entre las filas del frente de liberación.  

En sus últimos años Fanon también abordaría el trauma que la violencia provocaba no solo en el agredido, sino también en el agresor. Todo aquel ensañamiento indiscriminado que las filas del FLN perpetraron en nombre de la independencia terminó afectando a sus tropas. Frantz, en el ocaso de su vida, constató en sus notas el trauma y agotamiento espiritual que exhibían los actores de toda esa violencia. 

La vida de Frantz Fanon se truncó cuando le fue diagnosticada una leucemia durante una expedición en el Sahara en la que trataba de abrir un tercer frente en la guerra de independencia argelina. A partir de entonces, la busca por un tratamiento que le hiciera mejorar le llevó a lugares como la URSS o los Estados Unidos, donde murió en 1961 con tan solo 36 años.

Los condenados de la tierra, la obra de Fanon que ha pasado a la historia como una de los ensayos de referencia del poscolonianismo, se publicó prologado por Sartre el mismo año de su muerte. El psiquiatra, revolucionario y pensador martiniqués dejó tras de sí unas ideas cuyo eco todavía se oye en los movimientos culturales de la actualidad.