Agustín Martínez, Jorge Díaz y Antonio Mercero, miembros del trío autoral Carmen Mola, este martes en un hotel de la Plaza Mayor de Madrid. Foto: Javier Ocaña

Agustín Martínez, Jorge Díaz y Antonio Mercero, miembros del trío autoral Carmen Mola, este martes en un hotel de la Plaza Mayor de Madrid. Foto: Javier Ocaña

Letras

Carmen Mola despide a la inspectora Blanco: "No es que en España no se lea, es que solo nos leen a nosotros"

El trío de autores formado por Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero cierra con 'El clan' su exitosa serie de novelas iniciada con 'La novia gitana'.

10 septiembre, 2024 18:40

Brindando con grapa, el fortísimo licor favorito de la inspectora Elena Blanco, es como ha despedido Carmen Mola este martes a su querido personaje que tantas alegrías y beneficios le han dado. El trío de escritores que se escondía tras ese seudónimo hasta que el jugoso Premio Planeta de 2021 les obligó a revelar su identidad —los escritores y guionistas Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero— ha convocado este martes a la prensa para presentar su nuevo libro, El Clan, publicado por la editorial Planeta.

Esta es la quinta y última novela de la serie iniciada en 2018 con La novia gitana y que ha sido uno de los grandes fenómenos editoriales en español de los últimos años, con cientos de miles de ejemplares vendidos. Si sumamos La Bestia (con la que ganaron el Planeta) y El infierno, Carmen Mola suma tres millones de lectores según la editorial.

El punto de encuentro ha sido un hotel de la Plaza Mayor de Madrid, con balcones idénticos al del apartamento donde en la ficción reside la protagonista de la serie. Jorge Díaz ha sido tajante al afirmar que esta es la última novela protagonizada por la inspectora Blanco y la Brigada de Análisis de Casos (BAC) que dirige. "No va a haber precuelas ni secuelas. La BAC se ha acabado. Queremos dejar un buen sabor de boca y que dentro de unos años los lectores no digan que dejaron de leer las novelas de Elena Blanco en la decimosegunda. En lugar de eso, esperamos que la gente se enfade con nosotros porque no vaya a haber una sexta". Eso sí, ha advertido: "No es la última novela de Carmen Mola. Seguiremos dando la lata".

En El Clan, una Elena Blanco en caída libre, su compañero y amante Ángel Zárate, en grave peligro, y el resto de miembros de una BAC en proceso de descomposición deben enfrentarse al "mayor de los villanos" de la serie, una organización criminal con numerosas ramificaciones en las altas esferas y relacionada con el tráfico de armas.

¿Realmente existen estos mastodónticos grupos de poder en la sombra con tentáculos en todas partes y capaces de las peores atrocidades o son versiones exageradas de la realidad con las que la literatura y el cine alimentan las teorías de la conspiración? Agustín Martínez responde a esta cuestión: "Nosotros somos un poco más estilizados que Villarejo, pero poco más. Al final lo que hay en El Clan uno lo encuentra en muchas páginas de los periódicos. Ahí está la parte terrorífica, en las conexiones que uno va encontrando entre jueces, políticos, empresas privadas...".

Antonio Mercero incide en esa idea: "Nos hemos ido volviendo más complejos en el retrato de la sociedad. El de esta novela es el villano más psicópata de todos: el sistema, que no solo mira con indiferencia la desigualdad, sino que saca rendimiento económico de ella".

Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero, miembros del trío de autores Carmen Mola, este martes en Madrid. Foto: Javier Ocaña

Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero, miembros del trío de autores Carmen Mola, este martes en Madrid. Foto: Javier Ocaña

La novela arranca bien fuerte, al más puro estilo Carmen Mola, con una escena terrible de violencia explícita. De infanticidio y canibalismo, para más señas. La protagonizan unos niños soldados enloquecidos en Liberia en 2003.

La escena sirve para presentar al Sipeeni —apodo que significa "el español" en lengua yoruba—, un poderoso traficante de armas que saca tajada de la guerra civil del país africano y que desempeñará un papel decisivo en la trama. "Cuando vemos escenas así, lo que hay que preguntarse es quién se está beneficiando de esto, quién está ganando dinero a costa de este niño enloquecido al que alguien ha colocado una metralleta en la mano. No hay que ser hipócritas, vivimos en un sistema que se alimenta de la gente que menos tiene", insiste Martínez.

Tras esta escena introductoria, "enseguida la novela coge el ritmo que nos gusta: al galope, con muchos giros y provocando emociones al lector, con un final brutal, a la altura de lo que se espera de nosotros", señala Antonio Mercero. En efecto, el trío vuelve a desplegar una escritura muy efectiva en una trama trepidante que obliga a pasar la página, llena de sorprendentes giros de guion —especialmente el último, que atañe directamente a Zárate— y que transcurre principalmente en Madrid, Almería, Monrovia —capital de Liberia— y Oporto.

Los tiempos del anonimato

Los autores han hablado también de los tiempos en los que vivían su éxito desde el anonimato. "No le podíamos decir a nadie que éramos Carmen Mola. Yo se lo dije a mi familia, Agustín a la suya y Antonio, a todo su barrio, porque es un bocas", ha revelado Díaz, a lo que Mercero ha respondido: "No lo niego, para una vez que uno tiene éxito...".

Díaz ha confesado también que una vez les propusieron ir a la Feria del Libro de Madrid de incógnito: "Querían que nos escondiéramos y pasarnos los libros a través de un agujerito. ¿Pero qué tontería es esa?, dije yo".

Martínez, por su parte, recuerda que, cuando iba a algún festival o evento literario, otros colegas le decían: "Hace mucho que no publicas nada, estás tirando tu carrera por la borda". Y él se mordía la lengua para no decirles que en ese tiempo había publicado tres novelas como Carmen Mola.

"Yo recuerdo no poder decir que era yo, pero entrar a una librería y que todos los libros fueran nuestros", reconoce Díaz. "Y yo pensaba: en España no es que se lea poco, es que solo nos leen a nosotros", bromea el escritor.

Mantener el ego a raya

Jorge Martínez ha explicado una vez más cómo escriben sus novelas a seis manos. Como los tres vienen del mundo del guion audiovisual, están acostumbrados a trabajar en equipo y simplemente trasladaron esa forma de trabajar a la escritura de novelas. "Nos pasamos tres o cuatro meses haciendo reuniones en las que hablamos de toda la trama, los personajes, las atmósferas y los temas, y hacemos una escaleta, con un resumen capítulo a capítulo de unas cien páginas".

En esas reuniones son "más de azuzar al caballo que de refrenarlo", afirma Mercero. "Damos rienda suelta a la imaginación y hay cosas que acaban en la página y otras que no". Por su parte, Jorge Díaz bromea: "Nuestras búsquedas de Google seguro que están conectadas con la policía", en referencia a la cantidad de cosas escabrosas y métodos de asesinar que buscan a la hora de documentarse para sus novelas.

Una vez confeccionada la escaleta, se reparten la escritura de la novela a partes iguales. Cada uno escribe un tercio y se lo pasa a los demás, que tienen libertad para reescribir lo que quieran. "Para eso es clave mantener el ego a raya. Lo importante es encontrar la mejor idea para la novela, no quién ha tenido la idea", aseguran.

En cuanto al futuro de Carmen Mola, está claro que los tres autores continuarán trabajando juntos. "Ahora empezamos una promoción que será intensa. Después descansaremos unos de otros quince días y llegará un momento en que diremos: 'Nos reunimos el lunes'. Lo bueno de Carmen Mola es que sale una idea y a continuación otro compañero le da la vuelta y te empiezas a emocionar y al cabo de unas horas decimos: 'Venga, lo tenemos. ¡A trabajar!'".