Manuel Andújar, periodismo y militancia en la España de los años 30
- La Universidad de Jaén reúne en dos tomos la obra periodística del escritor publicada entre 1928 y 1939, años en los que también tuvo una intensa actividad política.
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La Universidad de Jaén ha recuperado en dos volúmenes, con edición de Luis Antonio Esteve Juárez, lo que José Luis Abellán denomina la "prehistoria" del escritor Manuel Andújar, que inició su obra literaria en su exilio mexicano. Un conjunto de 535 artículos, columnas, reseñas, discursos y otros textos publicados entre 1928 y 1939, la mayor parte en los años de la Guerra Civil en los diarios UHP de Lérida y Las Noticias de Barcelona.
Título: La formación de un escritor: Manuel Andújar. Obra periodística, 1928-1939
Autor: Luis Antonio Esteve Juárez, ed.
Editorial: Universidad de Jaén. UJA Editorial
Año de edición: 2024
Disponible en UJA Editorial
Disponible en Unebook
Manuel Culebra Muñoz nació en La Carolina (Jaén) en 1913. La poliomielitis marcó su infancia y adolescencia. Vivió en Linares y en Málaga, en cuya Escuela de Comercio cursó el peritaje mercantil. Aficionado a la lectura e interesado por la política, empieza muy joven a colaborar en publicaciones. En 1931 se lanza a la actividad política a través de las Juventudes del Partido Republicano Radical-Socialista de Málaga.
Se traslada a Madrid, donde en 1934 lo encontramos militando en las Juventudes Socialistas. En 1935 comienza a trabajar como auxiliar administrativo del Catastro en Barcelona, donde mantiene su labor política. En la Guerra Civil se convierte en combatiente y se une en Lérida a la Columna Durruti. Colabora en los diarios Las Noticias y UHP, portavoces respectivos de la UGT y el PSUC.
A finales de enero de 1939 marcha al exilio, primero a Francia (al Campo de Saint-Cyprien) y luego a México, a bordo del buque Sinaia. Allí muere su hija y él realiza distintos trabajos. Y sigue escribiendo, con el seudónimo, ya utilizado anteriormente, de Manuel Andújar. Publica novelas, cuentos, artículos, poemas y teatro. Se divorcia y se casa de nuevo. Vuelve a España en 1964 y legaliza su cambio de apellido. Muere en Madrid en 1994. En su obra figuran novelas como Cristal herido, El vencido o El destino de Lázaro y ensayos como La literatura catalana en el destierro o Esto pasó en España.
En su producción entre 1928 y 1939, el autor señalaba implícitamente dos períodos: uno de iniciación en Málaga, de 1928 a 1932, interrumpido por su dedicación a la militancia política, y el regreso a la escritura en los años de la guerra.
Del primero, esta obra, titulada La formación de un escritor: Manuel Andújar. Obra periodística, 1928-1939, reúne 42 textos, publicados en la revista escolar madrileña El huerfanito, el semanario malagueño El Pregón y el diario Amanecer, así como un discurso reproducido en el diario El Popular. Como señala Esteve Juárez, hay "desde comentarios políticos hasta un breve poema melancólico de corte posmodernista", y también artículos con una clara finalidad literaria.
La etapa de UHP, publicación de ideología marxista de la que fue jefe de redacción, se desarrolla entre 1937 y 1938. Se conservan casi 300 textos del autor (solo uno firmado como Manuel Andújar). La mayoría, de la sección Paréntesis, en la que Manuel Culebra "pasa revista a muy variados temas políticos y culturales".
Son, como apunta Esteve, "auténticos artículos de opinión en los que desgrana su pensamiento sobre cuestiones de una actualidad multiforme y que pueden ir del comentario irónico de un concurso de rosas en Pedralbes a la indignación ante el bombardeo de un colegio en Lérida a las horas de clase". Con intenciones pedagógicas, mentalidad reflexiva y exhortaciones a la combatividad "no solo en el frente, sino en la asunción de la idea de que se está construyendo un mundo nuevo". Y con un lenguaje cuidado, evitando "la vulgaridad o la monotonía doctrinaria".
Expone su visión sobre las causas, desarrollo y circunstancias de la Guerra Civil (la toma de posición de las potencias europeas, el entramado ideológico y económico del fascismo, el terror revolucionario, la preocupación por los niños y las mujeres, la situación particular de Cataluña…) y sobre acontecimientos o personajes del momento.
En los Paréntesis culturales reflexiona "sobre el concepto del arte y su finalidad, las diversas artes y géneros y sus protagonistas". Considera que las artes "deben dejar de ser algo minoritario, individualista, para acercarse al pueblo y hacerlo partícipe de la cultura".
En el diario ugetista Las Noticias de Barcelona, Andújar publicó entre 1938 y 1939 (hasta la caída de la ciudad, en enero de este último año) la columna La calle. Son textos más breves que los de Paréntesis, "lo que obligaba al autor a limitarse a una sola estampa descriptiva o a reducir la parte argumentativa". Como observa Esteve, la expulsión de Andújar del PSUC "le impulsó a guardar cierta prudencia, a ceñirse más a las preocupaciones cotidianas de los barceloneses y a contribuir a la construcción de una moral de resistencia".
Son textos con menos vigor y entusiasmo. Y ha perdido la intención pedagógica. Escribe sobre la retaguardia barcelonesa y su problemática (y la vida cotidiana de la gente, que sufre dificultades de abastecimiento y bombardeos cada vez más frecuentes), la situación internacional (cada vez peor, pues la República sufría un verdadero aislamiento), el Ejército, etc. Las columnas dedicadas a temas culturales "decaen en cantidad e interés" respecto al periodo de Lérida.
La obra literaria de Andújar recuperará y reelaborará algunos de estos motivos. Esteve aporta ejemplos y constata que "estos elementos previos persisten en asomar a la superficie de su obra posterior para mostrar que en esta hay una voluntad de visión compleja que antes había sido imposible por la urgencia y por la cercanía o inmediatez de lo tratado". Más allá de esto, hay cuestiones que "trascienden a lo largo de su obra” como "la independencia del escritor", la "huida de la vulgaridad" y la voluntad de estilo.
Manuel Andújar señalaba que en el exilio se produjo "el doloroso y tardío cumplimiento pleno" de su vocación de escritor. Pero, como indica Esteve, "ese cumplimiento pleno implicaba otro anterior e incompleto, unos primeros pasos que merecen, al menos, ser conocidos". Esa oportunidad de conocimiento es lo que ofrece esta obra.