Ensayo

Papeles de un cesante

Leopoldo Calvo Sotelo

14 febrero, 1999 01:00

Círculo de Lectores/Galaxia Gutenberg. Barcelona, 1999. 310 páginas, 2.900 ptas.

E n 1990 vio la luz un libro que entusiasmó a muchos y defraudó a unos pocos. "Memoria viva de la Transición" fue el título que le dio su autor, un ingeniero de caminos doblado de político que por distintos avatares del destino fue Presidente del Gobierno español desde febrero de 1981 hasta octubre de 1982. Leopoldo Calvo Sotelo sacó un libro de memorias que, tras el desastre de UCD en las elecciones de 1982 podía ser muchas cosas pero sobre todo un ajuste de cuentas. Escrito de un modo sobrio y elegante, sin sangre, sorprendió por la calidad de su escritura. Ahora, casi dos décadas más tarde, pasados ya los 70 años y con dos de sus ocho hijos colocados de subsecretarios en los ministerios de Interior y Fomento, reaparece Calvo Sotelo con una nueva entrega. 46 textos, escritos y publicados en distintos medios y formatos entre 1982 y 1998, y agavillados bajo un sugerente título, "Papeles de un cesante. La política desde la barrera". Como puede apreciarse, estamos ante el testimonio de un personaje público de primera magnitud, que se caracteriza por una voluntad decidida de intervenir en la construcción del futuro, aclarando el pasado y viviendo el presente, tan cerca de la acción como sea posible. Muy próxima a la autobiografía y a menudo confundido en ella, la memoria rememora el pasado de quien la escribe, pero enfatizando los hechos externos al escritor más bien que los referidos a la personalidad del mismo.
Este casi medio centenar de artículos aparecen agrupados en cuatro rúbricas: Europa, España, Personas y Varios. El primer criterio clasificatorio, "Europa", responde, en cierto modo, a una de las preocupaciones siempre presentes en la vida pública de Calvo Sotelo, primero como Ministro de Comercio en 1975 en el primer Gobierno de la Monarquía y, más tarde (1978-1980) como Ministro de Relaciones con las Comunidades Europeas. De aquí destacaría su intervención en el seminario "La construcción europea". "España", segundo apartado del libro, constituye la preocupación central. "Personas" es, quizá, la parte más seductora del libro. Comienzan estas páginas dando un repaso a la posición de ambivalencia política respecto a España de Giscard d’Estaing. Siguen con un emotivo homenaje a Joaquín Satrústegui y finalizan con el cálido recuerdo de Juan Antonio García Díez, "el ministro que tuve más cerca en los gobiernos que presidí al final de la Transición", fallecido el pasado año. Por último, en "Varios", una miscelánea de nueve textos, el lector encuentra, con motivo de un seminario reunido en Madrid en 1995 y dedicado a reflexionar sobre el 2 de mayo, una curiosa apreciación en torno a su generación. A todo lo largo de un volumen lleno de ingenio, escrito en una prosa excelente, emerge, a modo de islotes, la autobiografía de Leopoldo Calvo Sotelo. En unas páginas cuenta cómo conoció a su suegro, entonces Ministro de Educación, y a la que luego sería su mujer, en el transcurso de una huelga en la que él era representante estudiantil; en otras habla de sus angustias en el decurso de la Transición. Un volumen que pide a gritos más de lo mismo.