Ensayo

Diario político y sentimental

Francisco Umbral

21 marzo, 1999 01:00

Planeta. Barcelona, 1999. 433 páginas, 2.900 pesetas

Este Diario crea el tiempo y la memoria vividos. Al retratar, Umbral se autorretrata y le sale ese personaje de una arbitrariedad sentimental, apasionado y humorista.

L a grafomanía de Umbral no es otra cosa que optimismo creador, ludismo creador. Y como escritor lúdico hace de cada página un campo de juego, de imaginaciones verbales, de caprichos y de trampantojos con los que le gusta tutear a la realidad, es decir, dar de la realidad esa visión liberada de lo utilitario que tanto le apetece a escritores de su estilo. Si como dice en alguna página de este libro "el artículo no se nutre de actualidad, sino que la crea", también podemos nosotros decir que este Diario... crea el tiempo y la memoria vividos, el día y los sucesos del día. Los crea y los recrea como si fueran un juego. Por eso, junto al reflejo de lo cotidiano, su escritura diarística es la de un contemplador al que atrae atrapar el lado no común de lo que ve: gentes, anécdotas, el teatro de tragedia y de alegría de la vida. Y ésa es su mayor virtud.
Comenzado en septiembre de 1997 y concluido en octubre del pasado año, por él pasan algunos de los acontecimientos de la vida política y cultural españolas, pero sus mejores creaciones quedan siempre del lado del retrato de personajes políticos, literarios o de los círculos social, amistoso o amoroso. Unos retratos encadenados con los que Umbral compone estas notas y que se alejan siempre de la rutina y nos dan ese punto de vista inesperado, sorprendente, como proyección de su personalidad literaria, del carácter que imprime a su escritura. Al retratar, Umbral se autorretrata y le sale ese personaje de una arbitrariedad sentimental, descreído, apasionado y humorista. Poco, por cierto, se ha hablado del humorismo en su obra, siendo tan central, y que aquí se viste de símiles, de greguerías y de juicios lúdicos, tan personales como los que pueden leerse en la anotación del sábado 15 de noviembre (1997) dedicados a su teoría sobre el falo.
Recordando a Heidegger, él se define como "un ser de lejanías", cuestión que uno sólo acierta a discernir si ve a Umbral como un dandy de la disidencia, crítico y revisionista incluso consigo mismo. "Un ser de lejanías" que a veces queda anegado por ese lastre de fiestas, de relaciones, de ruido mundanal, de superficialidades, pero que resalta cuando da vía libre a la confesión íntima, a la memoria personal (lénase las páginas dedicadas a su madre), al trazo cruel o gozoso de lo cotidiano, a ese "inventarse pasiones" para no caer del lado de la muerte. Y en efecto este Diario... íntimo y civil más que político, es el inventario de las pasiones que Umbral ha logrado crear y vivir en este último año: pasiones de escritura, de amores y de vida que sirven para trazar su retrato a veces por medio de la introspección, pero sobre todo reflejando las "exterioridades" que va viviendo día a día. "La vida interior (nos dice) son todas esas exterioridades que venimos reseñando aquí": los cambios de las estaciones, las horas en su casa, el trabajo literario, el Madrid de la memoria y del presente, la enfermedad de una amiga, los amores fugaces y repetidos... Todo aquello tan leve, tan fugitivo que es capaz de crear el grosor del tiempo, la sustancia del presente.
Más allá del ensayismo, de la crónica social, pero tampoco "convirtiéndolos en unos ejercicios espirituales", cifra Umbral la poética de este Diario... Y trata de conseguir todo esto en una escritura donde importa más el tono, el estilo que los asuntos tratados. Sin embargo, no son pocos los momentos que dedica a reflexionar sobre el diario como género, como sobre esa concepción literaria que busca en la tradición de Quevedo, de Valle Inclán o de Gómez de la Serna esa senda de la literatura española que tanto nos explica su propia literatura. Una literatura que siempre ha tenido un indudable sesgo memoriógrafo, que ha creado la crónica de nuestra memoria en estos años. Como parte anexa de este Diario... se pueden leer algunos de los artículos publicados durante el mismo período de tiempo, sobre todo su Diario con guantes. Lírico y escéptico, irónico y crítico, aquí están los diferentes rostros de Umbral y sus escritoras, las audaces y las más livianas, en un ejercicio de vitalismo que se hace inconfundible por sus puntos de vista y por el ingenio de su prosa.