Ensayo

Diccionario del siglo XXI

Jacques Attali

6 junio, 1999 02:00

Paidós. Barcelona, 1999. 349 páginas, 3.000 pesetas

Attali renuncia al aparato bibliográfico y escoge sus voces al hilo de sus preocupaciones. Así, "áfrica" y "Francia" resultan las voces más largas junto con "Alemania"

El fin del siglo XX lo sitúa Attali en 1989, año en el que la caída del Muro de Berlín cristaliza la decadencia del efímero Imperio Soviético, se extiende internet y comienza la clonación de mamíferos superiores. Con la mirada puesta ya en el próximo siglo han sido escritas las casi quinientas entradas de un diccionario que, por otro lado, busca marcar los rasgos básicos de la sociedad actual. La perspectiva desde la que el autor traza este ejercicio de prospección es, ante todo, personal: Attali renuncia al aparato bibliográfico y escoge sus voces al hilo de sus propias preocupaciones. Mientras el término "Dios" no es mencionado, "áfrica" y "Francia" constituyen las dos voces más largas junto con "Alemania"
Nacido en Argel en 1941, hijo de un comerciante de perfumes judío, ingresó en la excelente Escuela Politécnica de París y consiguió ser el número uno de su promoción con veinte años. Tras licenciarse como ingeniero de Minas en 1968, se doctoró en Económicas en la escuela Nacional de Administración (ENA). Sus brillantes cualificaciones le abrieron paso como alto funcionario y asesor de Mitterrand -le preparó en 1981 de la campaña electoral que le llevó a la presidencia de la República francesa-, para llegar a convertirse en 1990 en presidente del Banco Europeo de Reconstruc- ción y Desarrollo (BERD), entidad destinada a analizar y prever la incorporación de los países del Este de Europa a la economía de mercado. En 1993 se publicó una auditoría en la que se afirmaba que en sus dos años de gestión del BERD se había gastado, en la sede central de Londres, en gastos de funcionamiento y decoración, más del doble del dinero prestado a los países de Europa del Este. Tras verse obligado a dimitir ha vuelto al Consejo de Estado Francés y a su actividad intelectual.
Hábil conferenciante, poeta, autor de canciones, novelista y guionista de cine ha publicado más de una docena de libros. Acusado de plagio y de apropiarse de las ideas de sus colaboradores ha recibido diversos premios. Por último, se entenderá mejor la personalidad de Attali, y su obra, si se recuerda que está casado con Elisabeth Allain, ex modelo de alta costura, y que forma parte del consejo nacional del Fondo Social Judío Unificado.
Libro, insistimos, escrito desde las propias vivencias con el formato fragmentario y el lujo de una vida de éxito, sus términos reflejan un cosmopolitismo que se manifiesta en acepciones tan subrayadas como "laberinto", "nomadismo", "red" y "virtualidad", las cuales enmarcan, en su opinión, los tres caracteres más acusados de nuestro tiempo: "libertad", "reversibilidad" y "capricho", caracteres que son contrapuestos al significado recogido en la palabra "salvación": "fraternidad", vocablo que significa la esperanza de la humanidad para el próximo siglo. A la vez, en el mosaico de este diccionario, Attali trata de encontrar, de identificar los nuevos mitos del siglo XXI, y lleva al lector a voces nuevas, que se mezclan con entradas eternas como "amor", "ciudades" o "gastronomía".