Ensayo

Así piensa el Papa

Covadonga O"shea

5 diciembre, 1999 01:00

Temas de Hoy. Madrid, 1999. 270 páginas, 2.100 pesetas

El resultado es muy bueno por una razón: la autora ha optado por textos profundos y novedosos desde el punto de vista doctrinal

S i he de ser franco, he empezado este libro con cierta prevención. La razón es esta: la baraúnda de volúmenes sobre el Papa Woytila que se están publicando en los últimos meses. Pensé: uno más. Las primeras páginas me mantuvieron en la desconfianza. Para el que está avezado en esta literatura, la biografía del Papa ya se ha hecho un lugar común. Y es eso lo primero que relata esta obra. Ciertamente, es una biografía apasionante: el temprano fallecimiento de su madre dejó al joven Woytila en manos de un padre ejemplar, una figura silenciosa que parece pasar por la vida de Karol como un pilar que desempeñó su función calladamente, con una ejemplar capacidad para sufrir sin decirlo. Su propia muerte, silenciosa también, en plena guerra mundial, en ausencia del hijo, y el dolor de éste al hallarlo en la casa muerto, son escenas de un patetismo verdaderamente conmovedor. Al tiempo, la experiencia tremenda de la guerra, del trabajo forzado por mor de las autoridades nazis, el espectáculo insoportable de la persecución contra los amigos judíos, el estudio clandestino de la carrera sacerdotal, la actividad teatral al tiempo... todas son páginas de una indudable grandeza. Pero muchas veces contadas.

Y, sin embargo, este libro vale la pena. La autora ha construido -en el sentido literal de la palabra- una entrevista con el Papa, a base de recortar textos pontificios (rigurosamente anotados con cita de la fuente de cada uno de ellos) y los ha salteado de preguntas, como si Covadonga O’Shea se las hubiera hecho a él personalmente. Es una ficción literaria muy usada, lo sé. Pero el resultado es bueno, incluso muy bueno. Y esto, por una sola razón: porque la autora ha optado por textos profundos, frecuentemente muy profundos, y novedosos desde el punto de vista doctrinal. No aparece un Papa "conservador", sino ajeno a la dialéctica derecha-izquierda. (Es curioso, por cierto, que, en la izquierda española, no haya habido reacciones de vívido entusiasmo por algunos planteamientos del Pontífice, al modo de las habidas -y no pocas- en la izquierda italiana. Puede tener que ver con la formación precisamente católica que ha recibido una gran parte de nuestra izquierda. Apenas hay entre nosotros una izquierda "laica", de larga tradición agnóstica, como la hay en Italia. Y eso, curiosamente, hace más difícil que se contemple al Papa sin prejuicios).

Los textos que ha elegido Covadonga O’Shea atañen sobre todo a la idea que el Pontífice tiene de la mujer, de su originalidad y de sus derechos y posibilidades. Tras ella, siguen -claro está- la familia, los hijos, la paz como tarea particular de las mujeres mismas. Es, en suma, un libro profundo, de contenido denso y esclarecedor.