Ensayo

Bibliografía de Juan Ramón Jiménez

Antonio Campoamor González

19 diciembre, 1999 01:00

Fundación "Juan Ramón Jiménez". Moguer, Huelva, 1999. 943 páginas, 3.000 pesetas

He aquí un volumen útil, que ahorrará muchas búsquedas a los estudiosos y que constituye un punto de partida inexcusable para quienes deseen adentrarse en el complejo mundo del poeta, de cuya obra gigantesca no poseemos aún una edición solvente

Algunos estudiosos de nuevo cuño comienzan a preguntarse si todavía tienen sentido, en la era de las navegaciones por el proceloso mar de Internet, las bibliografías a la antigua usanza. Lo tienen, claro está, y tal vez son más necesarias que nunca, porque la bibliografía filológica es siempre una ordenación, una estructura, mientras que la otra es resultado, por lo general, de acumular datos e informaciones de procedencia diversa y no tamizados por el filtro de un compilador que separa la arena de la ganga y ordena y jerarquiza las entradas, operación indispensable, porque no todas ellas poseen el mismo rango. En 1970 y en 1983, Antonio Campoamor dio a conocer sendas versiones de esta Bibliografía juanramoniana. ésta es, naturalmente, muchísimo más amplia, puesto que los estudios sobre el poeta han crecido de modo incesante durante los últimos lustros, e incluso han visto la luz numerosos textos inéditos o sólo parcialmente conocidos, a veces en ediciones restringidísimas y difícilmente encontrables. He aquí, pues, un libro útil, que ahorrará muchas búsquedas a los estudiosos y que constituye un punto de partida inexcusable para quienes deseen adentrarse en el complejo mundo del poeta de Moguer, de cuya obra gigantesca no poseemos aún, cuarenta años después de la muerte del autor, una edición solvente. El hecho de que, para bochorno de todos, pueda afirmarse lo mismo de otras primerísimas figuras de la literatura de nuestro siglo, no sirve como consuelo.

Ninguna bibliografía -tarea siempre difícil e ingrata- carece de omisiones, porque, a pesar de los tópicos que se reiteran machaconamente acerca de la aldea global y de la multiplicación de las comunicaciones, es imposible tener noticia de todo. Allegar al mismo tiempo datos sobre una tesis doctoral presentada en una universidad australiana, por ejemplo, y sobre un artículo aparecido en una revista literaria sueca, exigiría disponer de una red informativa superior a la del mayor servicio de espionaje. El autor lo sabe, y advierte, además, que ha dejado fuera de la compilación "casi un millar de entradas publicadas sin firma", por lo general breves notas periodísticas o artículos que sólo de modo tangencial afectaban al poeta. Con todo, ésta es la bibliografía más completa de Juan Ramón que hoy existe, aunque se echen de menos algunos títulos en el apartado de tesis doctorales y algún curioso número de homenaje poco difundido en su momento, como el de la revista "Papeles de literatura" (2, junio de 1985), editada por el Seminario de lengua y literatura del Instituto de Bachillerato "Meléndez Valdés", de Villafranca de los Barros (Badajoz). Y también en el apartado final, dedicado a las adaptaciones teatrales y cinematográficas, se omite la versión escénica de Platero y yo que paseó por muchos escenarios españoles el gran actor Anastasio Alemán. Pero cualquier bibliografía tiene pequeñas lagunas. Lo esencial de ésta es que reúne un magno corpus de datos que la convierten en una herramienta imprescindible. Y tal vez convendría, en futuras revisiones, aunar ciertos criterios o pulir algunos leves desajustes. Así, el número 4.187 recoge el prólogo a un libro sobre Juan Ramón, y no se entiende cuál es el criterio para no incorporar con entrada propia otros prólogos semejantes. El número 2.243 es una obra de ángel Crespo difícil de hallar hoy; podría haberse indicado que existe reedición de este mismo año. El número 3.642 estaría mejor situado en la sección I. Hay algunas repeticiones salvables, como las de ciertos textos incorporados como conferencias y recogidos luego como artículos, porque finalmente se imprimieron. También convendría reconsiderar la distribución del epígrafe IV. También parece necesario eliminar la mención de algunas historias de la literatura -como el número 3.093- que dedican, como es obligado, algunas páginas al poeta. En buena lógica, habría que recogerlas todas, pero no es oportuno ni habitual.

La Bibliografía de Juan Ramón Jiménez es una obra considerable, fruto de muchos años de trabajo incesante que es de justicia valorar. Un índice onomástico hubiera ayudado a consultarla con más provecho, y también con mayor celeridad. Pero una obra de consulta debe agotar todas las posibilidades para facilitar la búsqueda rápida de datos, y el índice onomástico es un elemento auxiliar con el que habría que contar en todos los casos, y no como una adición o apéndice.