Image: Don Gregorio Mayans

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Ensayo

Don Gregorio Mayans

Antonio Mestre Sanchís

2 enero, 2000 01:00

Gregorio Mayans ha sido tema Mestre, que ha publicado sus obras completas en cinco volúmenes y su correspondencia en dieciséis

Institució Alfons el Magnanim. Valencia, 1999. 393 páginas, 2.500 pesetas

Se cumplió en 1999 el tercer centenario del nacimiento en Oliva (Valencia) de Gregorio Mayans, circunstancia a la que debemos la aparición de su primera biografía. Mayans pertenece a la corriente de pensamiento reformador del siglo XVIII llamada Ilustración, que suele asociarse a la época de Carlos III y entenderse como una ideología rupturista, procedente de Francia, revolucionaria en política y crítica en religión hasta el ateísmo. La figura de Mayans tiene el fundamental interés de matizar todos esos tópicos, al permitirnos definir una corriente ilustrada que enlaza con la innovación científica de fines del siglo XVII, se nutre de fuentes españolas y europeas no francesas y soslaya todo radicalismo revolucionario. La historia de su vida es una reiterada demostración de lo poco que entre nosotros cuentan la capacidad y el mérito, frente al socorro y el bombo mutuo entre amiguetes, la docilidad ante el poder y la pertenencia al grupo solidario. Su independencia de criterio y de conducta, su tendencia a decir la verdad sin el disimulo del pacto y del halago, y la conciencia de que la superioridad intelectual es la única autoridad respetable, le hicieron tropezar una y otra vez con los poderes fácticos de su tiempo: los ministros de Felipe V y Fernando VI, el Padre Feijoo, las Reales Academias, la prensa oficial (el Diario de los literatos), la compañía de Jesús. La relación de sus fracasos incluye la renuncia a una cátedra universitaria y al cargo de Bibliotecario Real, la retirada a su pueblo natal y el refugio en la correspondencia con literatos y eruditos extranjeros (Voltaire y Muratori entre ellos), y la clausura en 1751 de la Academia Valenciana que fundó en 1742 y no quiso subordinar a la madrileña de la Historia. Sólo al final de su vida recibió algo de atención del marqués de la Ensenada, el conde de Aranda, Manuel de Roda y Carlos III; se le pidió un plan de reforma de la Universidad española -no puesto en práctica, por otra parte- coincidiendo con la expulsión de los jesuitas en 1767, y consiguió una pensión y un cargo honorífico.

Su relevancia en la historia del pensamiento español concierne a cuestiones de primera magnitud, que no puedo más que enumerar. Asumió y continuó la herencia de los llamados "novatores" (innovadores) de fines del XVII, científicos que descartaron el aristotelismo y la filosofía escolástica en beneficio de la nueva ciencia racional y experimental (representada por Descartes, Newton o Bacon), y la de los humanistas del Renacimiento (Vives, Valdés,Arias Montano, Erasmo). Desde muy pronto se opuso al barroquismo degradado, adelantándose en veinte años al Fray Gerundio de Isla, en los terrenos de la predicación y de la literatura. Luchó toda su vida por la reforma de la historiografía, para despojarla de fuentes dudosas y de leyendas inconsistentes, entre ellas la muy acreditada y piadosa de la predicación de Santiago en España, relacionada con la falsificación de los llamados "libros plúmbeos" del Sacromonte de Granada. Fue consciente de la decadencia de la Universidad de su época, lastrada por el escolasticismo, la presencia de las controversias religiosas, el poder de los colegios mayores y el atraso científico. Sin ser heterodoxo en el terreno de las creencias, asumió el pensamiento llamado "regalista", que reclamaba la supremacía del poder real sobre el centralismo pontificio, la no injerencia de la Iglesia en el ámbito político y la ampliación de la autoridad de los obispos. Y si no fue un literato en sentido estricto, sus actividades fueron considerables en los terrenos de la filología, la crítica y la constitución del Neoclasicismo español: Vida de Cervantes (1737), Orígenes de la lengua española (1737), Retórica (1757), ediciones de Virgilio, Horacio, Cicerón, Terencio y Clásicos españoles del XVI.

Antonio Mestre es doctor por la Universidad Pontificia de Roma, y catedrático de Historia Moderna en la de Valencia. Ha dedicado su vida de investigador a cuestiones de ideología, espiritualidad y sociología cultural del siglo XVIII: la Ilustración valenciana, sus contactos madrileños y europeos y su vinculación con el siglo XVI; la Iglesia, la Inquisición y la Compañía de Jesús; el despotismo ilustrado, el jansenismo y el regalismo; la historiografía, la edición y el mundo del libro. Mayans ha sido, entre todos, su tema predilecto, y además de varios volúmenes dedicados a estudiarlo ha publicado sus obras completas en cinco volúmenes, y su correspondencia en dieciséis. De un saber tan larga y asiduamente cultivado procede esta biografía, que consigue su propósito de alta divulgación sin renunciar a la amenidad, debida ante todo a los numerosos extractos de cartas que incorpora. Falta en ella tan sólo un índice de nombres y conceptos, y la eliminación de algunas erratas y faltas de ortografía, incluso en cubierta.