Ensayo

Marcos: el señor de los espejos

Manuel Vázquez Montalbán

20 febrero, 2000 01:00

Aguilar. Madrid, 1999. 285 páginas, 2.700 pesetas

Las reflexiones de Vázquez Montalbán gustarán a unos e irritarán a otros, pues están escritas con apasionamiento como lo demuestran sus continuos juicios de valor. Para él, haber encontrado al EZLN es como recobrar las ilusiones de su juventud revolucionaria

Los acontecimientos de Chiapas se han convertido en un tema de amplio debate en los últimos años. Las interpretaciones de los hechos acaecidos en los altos de Chiapas y la selva lacandona han sido múltiples y de todos los gustos, mientras que la información fidedigna sigue siendo deficiente y en algunos casos contradictoria. Unos defienden al subcomandante Marcos como el héroe de la primera revolución realizada a través de Internet, mientras que otros lo etiquetan de genial impostura. Unos ven en el subcomandante al salvador que ha venido a luchar contra el pensamiento único, la globalización, el neoliberalismo y ha comenzado a diseñar la construcción de la nueva sociedad del siglo XXI, basada en los conceptos de la humanización del hombre, la multiculturalidad, la plurietnicidad y el respeto al otro. Otros ven en la figura del subcomandante a un hombre indeciso que con el justificante de apoyarse en la defensa de los "indios" trata de captar protagonismo político para situarse mejor en el nuevo escenario de fuerzas de finales del siglo XX. Unos apoyan las denuncias del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (AZLN) y a los "indios" como una estrategia política para denunciar los abusos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el gobierno de México desde 1929. Otros culpan al subcomandante de retrasar la modernización de las comunidades indígenas, su plena incorporación a la sociedad del siglo XX, dilatar las negociaciones de paz, deteriorar la imagen internacional de México, haber provocado una retracción en las inversiones internacionales y con ello haber ayudado a colapsar la economía mexicana a partir de 1994.

Unos reclaman la entrada de observadores internacionales para garantizar la información veraz e impedir los abusos de poder del gobierno, mientras que otros ven en ello una injerencia en la soberanía mexicana y se sienten dolidos en su nacionalismo. Unos hablan del avance en la transformación del régimen político mexicano, mientras que otros interpretan que, con motivo de los sucesos de enero de 1994, el sistema político mexicano ha entrado en crisis y como consecuencia se puede ir hacia la ingobernabilidad y la anomia.

El texto que nos ofrece Vázquez Montalbán se inscribe claramente entre aquellos para los que el subcomandante Marcos y el EZLN suscitan sus simpatías. Incluso el autor se ufana en declarar que el libro es un "panfleto". El texto está compuesto por las consideraciones que Manuel Vázquez Montalbán realiza sobre el movimiento del EZLN, el Subcomandante Marcos y por extensión la situación de México; una entrevista a Marcos; y otra a Hermann Bellinghausen (director de Ojarasca, suplemento del periódico "La Jornada", uno de los vehículos de expresión utilizado por el EZLN).

Las reflexiones que Vázquez Montalbán hace de México y del EZLN gustarán a unos e irritarán a otros, pues están escritas con apasionamiento. Para el autor el haber encontrado al EZLN es como haber recobrado las ilusiones de su juventud revolucionaria.

La entrevista con Marcos es indudablemente el centro del libro (la de Bellinghausen es interesante pero representa una adenda) y lo que realmente le da sentido. La calidad literaria está asegurada tanto por el entrevistado como por el entrevistador. A su vez la polémica está garantizada por el tema. El que identifique a Marcos con el personaje capaz de liberar al mundo del neoliberalismo disfrutará con estas páginas. El que vea en Marcos una genial impostura con seguridad acabará su lectura con la bilis revuelta. Obviamente, no se trata de un análisis objetivo, pero hay que aclarar que ninguna de las partes que participan en su guiso lo pretende.
El defecto aparente del libro es que a veces el entrevistador pierde su papel y acaba siendo el entrevistador entrevistado, por lo que en algunos pasajes el lector llega a pensar que quizás hubiera sido mejor que el libro hubiera estado firmado por Marcos en vez de por Vázquez Montalbán. Sin duda se trata de un juego múltiple de espejos entre entrevistador y entrevistado. Las declaraciones de Marcos son un documento importante, pero el texto está pensado y construido para polemizar. La fotografía de la portada (la mano de Marcos en primer plano haciendo un gesto obsceno y su cara tapada por el pasamontañas en un segundo plano desvaído) resume este espíritu. El que quiera ver un análisis frío de lo que sucede en Chiapas y de cómo surgió y por quién está compuesto el EZLN mejor que no lo lea. El que sólo pretenda escaparse de los discursos cerrados a los que nos tienen acostumbrados los "analistas científicos" que se sirva una copa y disfrute.