Image: El ejército de Flandes

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Ensayo

El ejército de Flandes

Geoffrey Parker

19 abril, 2000 02:00

Alianza. Madrid, 2000. 366 páginas, 2.900 pesetas

Este libro de Geoffrey Parker refleja bien la reorientación del género en lo que se llamó "Nueva Historia Militar", que desplazó los enfoques convencionales por otros centrados en la dimensión social de los ejércitos y los aspectos psicosociales de los combatientes

No es dudoso que la guerra constituye una de las constantes más sobresalientes del pasado de las sociedades europeas. Sin embargo, quienes se forman en las facultades de Historia para dedicarse al estudio de ese pasado no reciben ninguna formación específica para ocuparse de esa compleja parcela, ni quienes se ocupan profesionalmente del cultivo de la historia suelen hacer de ella una de sus preocupaciones relevantes. Por razones que tienen que ver con el desarrollo de la historiografía en los últimos cien años y con una extendida actitud social antibelicista y recelosa ante todo lo castrense, la historia militar se ha visto relegada a especialidad muy minoritaria y habitualmente cultivada por los mismos profesionales de la milicia. No es frecuente que se escriban tesis doctorales sobre esa materia ni son muchos ni muy leídos los libros que de ella se ocupan. Hay, desde luego, excepciones y una de las más notables viene siendo desde su primera aparición inglesa en 1972 y española en 1976 El ejército de Flandes y el Camino Español, no sin razón tantas veces reeditado.

Gestado a finales de la década de 1960, El ejército de Flandes refleja bien la revitalización y reorientación del género en lo que se llamó "Nueva Historia Militar", que desplazó los asuntos y enfoques convencionales por otros centrados en la dimensión social de los ejércitos, los aspectos psicosociales del comportamiento de los combatientes o los cambios estructurales derivados de las innovaciones en la tecnología del armamento y las doctrinas estratégicas. Además de las dos guerras mundiales o las napoleónicas, los largos conflictos armados de los siglos XVI y XVII atrajeron la atención de estos nuevos historiadores militares y pocos como Geoffrey Parker han sabido hallar en ellos un objeto de tanto interés historiográfico. Explícitamente influido por la guerra de Vietnam que entonces se libraba, Parker se planteó el análisis de las razones logísticas de los éxitos y del fracaso final de la España de los Austrias -una gran potencia- en su incacabable guerra con un enemigo aparentemente menos dotado de recursos y posibilidades, los rebeldes de los Países Bajos. Dentro de ese asunto general, cobraría especial relevancia el estudio de la peculiar "ruta Ho-Chi-Min" por la que el ejército estacionado en Holanda se abastecía y renovaba desde Italia sus efectivos humanos.

Atravesando territorios bajo soberanía del rey Católico o de neutralidad asegurada por una delicada red de tratados, el Camino Español discurría entre Lombardía y Holanda por Piamonte, Saboya, el Franco Condado y Lorena, o bien por los cantones suizos, miles de Kilómetros que masas de miles de soldados, con sus impedimentas y acompañantes, recorrían en unos cuarenta y cinco días, según la época del año. El tratado de Lyon, en 1601, dio a una Francia recuperada de sus guerras internas posibilidad de interferir esa crucial vía militar, por lo que ganó en interés estratégico el ramal más oriental que atravesaba los Grisones. El declive del poderío militar de los Austrias españoles acabaría por hacer impracticable el camino ya entrada la década de 1620, y convirtió el paso de la Valtellina en un punto vital del sistema estratégico del imperio español. Mientras estuvo controlado el caminos supuso todo un alarde de organización logística, capaz de responder de forma eficaz y con un gasto moderado al reto que en el mundo preindustrial fue la distancia.

Además de exponer lo que cabría llamar el funcionamiento del Camino español, Parker se ocupa de otros dos aspectos relevantes. Por un lado la composición, hábitos y peculiaridades de quienes lo recorrían, el ejército español en sus diferentes estamentos. Unas tropas por lo común mal equipadas, pagadas mal y tarde y proclives por ello a la insubordinación y el motín, pero que demostraron particular eficacia en el tipo de combate de asaltos y escaramuzas que caracterizó a la guerra de Flandes. El otro gran asunto es la explicación de la incapacidad de ese ejército para alcanzar la victoria. Los argumentos para ello van desde el agotamiento de los recursos económicos extraídos de Castilla a las dificultades con la que los ejércitos modernos asumieron las consecuencias derivadas de la "revolución militar" del Renacimiento: infantería masiva frente a caballería y fortificaciones que hicieron de los asedios operaciones bélicas largas y complejas. Además, y quizá sobre todo, una concepción de la guerra que excluía otra alternativa que la victoria. Todo ello sería base de una sociedad especial y diferenciada, la militar, y un modo particular de entender el mundo que Parker ayuda a conocer de modo tal que hace de su libro, literalmente, un clásico.

Geoffrey Parker nació en Nottingham (Reino Unido) en 1943. Doctorado por la Universidad de Cambridge, enseñó en la misma Historia Moderna de España entre los años 1968 y 1972. A partir de este último año ingresó como profesor en la Universidad de Saint Andrews (Escocia). Miembro de la Royal History Society of London, es especialista en Historia Moderna Española, más concretamente en el reinado de Felipe II. Es autor, entre otras obras, de Felipe II, La Guerra de los Treinta años o Europa en crisis: 1598-1648