Ensayo

Un mundo desbocado

Anthony Giddens

10 mayo, 2000 02:00

Traducción de Pedro Cifuentes. Taurus. Madrid, 2000. 117 páginas, 1.800 pesetas

Giddens aborda una reflexión sobre el mundo actual caracterizado por su globalización, entendida ésta como una capacidad de comunicación electrónica y de transferencia económica universal que tiende a transfomar la concepción del Estado-nación

Anthony Giddens, Tony para colegas y amigos, empezó a hacerse un hueco en el encorsetado ambiente de Cambridge, la mejor universidad inglesa, con la publicación en 1971 de Capitalism and Modem Social Theory, vertido al español por la editorial Labor y reeditado varias veces. Con treinta y tres años recién cumplidos tuvo el atrevimiento de revisar la teoría social contemporánea, desde la reconsideración de tres figuras claves en la constitución de la sociología: Marx, Durkheim y Max Weber, para desde ahí sentar la tesis según la cual entre la sociología crítica o marxista y la sociología burguesa existe un prometedor territorio. Aunque éste sea un texto académico, construido con el apoyo no sólo de lecturas de los clásicos sino también de autores vivos como Goldthorpe o Dahrendorf, el estilo Giddens se aprecia ya con nitidez: tomar de aquí y allá, ser ecléctico, no dejarse encajonar y cultivar el olfato a base de lecturas y viajes.

Nacido en un barrio obrero de clase media baja situado al norte de Londres, su padre trabajaba para el metro londinense. Giddens descubrió la sociología en 1968 dando clase en el campus de Los Angeles de la Universidad de California. Las protestas estudiantiles, el movimiento hippie, las drogas psicodélicas, la belleza corporal que rezuman las playas californianas le hicieron ver un mundo complejo y adelantado a su tiempo que ya no podía ser desentrañado sólo con los instrumentos de la izquierda marxista y estructuralista ni con el positivismo experimental de los funcionalistas.

Mientras tanto ocurrió un pequeño milagro en Cambridge. Los ingleses han cultivado con mimo la antropología, la historia y la filosofía social pero la sociología ha sido vista hasta hace nada con cierto desdén. Hasta 1969 no fue en Cambridge una asignatura con plaza en los planes de estudio. Cuando contrataron a Giddens en 1970 le dieron un simple puesto de "lecturer" y así estuvo muchos años. Giddens no caía bien entre los profesores de toda la vida de los colleges de Cambridge, ni tampoco de los de Oxford. Empezó a publicar mucho, muy rápido y sobre casi todo. Tan pronto escribía un manual para estudiantes como un texto sobre el materialismo histórico o sobre el amor y el erotismo en la sociedad postindustrial. Sus publicaciones le dieron fama internacional, dinero y conferencias en todo el mundo. Por otro lado su gusto por los coches caros y extravagantes se recibió en Cambridge como un gesto snob fuera de lugar. Por si esto fuera poco Giddens ha parecido siempre tener quince años menos. Pese a todo, pese a que se decía en las cenas académicas que tenía una legión de ayudantes que le ayudaban a preparar los libros y que en vez de escribir dictaba, Giddens consiguió en 1985 la primera cátedra de sociología de la Universidad de Cambridge. Para ello tuvo que ganar al favorito del establishment académico, Geoffrey Hawthorn, el cual una vez derrotado se despachó con un artículo contra Giddens que ha quedado como una excelente muestra del resentimiento escolar. El ruido de la cátedra más la habilidad de Giddens para hacer llegar a estudiantes y gran público su visión de la sociología y de los problemas contemporáneos llamó la atención de un Partido Laborista, hundido por Margaret Thatcher, que buscaba rehacerse con el apoyo de nuevos y brillantes intelectuales.

Para entender al Giddens actual -más de treinta libros publicadoshay que contemplar su papel en el Nuevo Laborismo. En 1994, con su volumen Más allá de la izquierda y la derecha y, poco después, con La tercera vía, sienta las bases de su teoría del "centro radical", una perspectiva desde la cual izquierda y derecha se contemplan como concepciones políticas exhaustas que hacen necesario un nuevo espacio político y social en la era de la globalización. Fascinado, Tony Blair hace suyo el pensamiento postpartidista de Giddens y se establece entre el político y el intelectual una relación que retroalimenta sus mutuos intereses. Nombrado director de la London School of Economics (LSE) -cercana a los laboristas desde su fundación hace un siglo- en enero de 1997 Giddens ha sido capaz de seguir escribiendo libros (son ya más de treinta los publicados) y de continuar fascinando a un público cada vez más heterogéneo aún cuando desde posiciones académicas tradicionales se le acuse de superficial. Un mundo desbocado es la transcripción de cinco conferencias pronunciadas en Londres, Hong Kong; Nueva Delhi y Washington, grabadas y emitidas por la BBC el año pasado. En ellas, con una escritura amena carente de aparato bibliográfico, aborda una reflexión sobre el mundo actual caracterizado en primer lugar por su globalización, entendida ésta como una capacidad de comunicación electrónica y de transferencia económica universal que tiende a transformar la concepción del Estado-nación. Tras analizar el riesgo ecológico y el fundamentalismo, sobre todo el nacionalismo étnico, como consecuencias indeseadas de la globalización, Giddens se refiere a sus efectos sobre la familia y la vida privada. Se cierran estas páginas con un elogio al triunfo de la democracia y una expresión de fe en un porvenir de mayor cultura cívica y en los albores de una "democracia de las emociones".