Image: Elecciones, alternancia y democracia. España-México, una reflexión comparativa

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Ensayo

Elecciones, alternancia y democracia. España-México, una reflexión comparativa

José Varela Ortega y Luis Medina Peña

27 septiembre, 2000 02:00

Se trata de un libro importante no sólo para los lectores interesados en los casos de España y México, sino también para todos aquellos que estén preocupados por los procesos de modernización y desarrollo pol&iacu

Biblioteca Nueva. Madrid, 2000. 303 páginas, 2.500 pesetas

Elecciones, alternancia y democracia. España-México, una reflexión comparativa es un libro importante no solo para los lectores interesados en los casos de estos países, sino también para todos los que estén preocupados por los procesos de modernización y desarrollo

En los últimos meses hemos asistido a la acrítica repetición de la tesis de que el 2 de julio de 2000 (fecha de las elecciones generales en las que el PRI mexicano perdió la presidencia de la República) representa la fecha "mágica" que marca en México el parteaguas entre un antes (presencia de un partido hegemónico y extensión de la corrupción política) y un después (alternancia partidista y trasparencia de la acción política). Dicha interpretación se ha superpuesto a la explicación, manejada por multitud de analistas durante los últimos años, que defiende que la transformación del sistema político mexicano, que tiene bastantes semejanzas con la "transición" española. Así, se ha llegado a identificar como procesos similares las elecciones mexicanas de julio y las que tuvieron lugar en España en el verano de 1977. El texto escrito por José Varela y Luis Medina combate con éxito estos lugares comunes, al recordar que ni las elecciones de 1977 en España, ni las de 2000 en México pueden ser entendidas sin las necesarias contextualizaciones históricas respectivas.

José Varela Ortega (D. Phil. Oxon y catedrático de Historia Contemporánea, autor de obras de historia de la Europa Latina de referencia obligada, como Los amigos políticos, Madrid, 1977, convertido en un "clásico") ofrece una profunda reflexión sobre los procesos de cambio político en España desde la perspectiva de la historia comparada y propone una tipología de alcance universal a partir de lo que considera los principales síntomas de la modernización. Especialista en historia política de los siglos XIX y XX, demuestra que el argo y tortuoso camino de la democratización y socialización política no depende de un suceso (unas elecciones, la muerte de un dictador, una dimisión, un pacto entre partidos), sino de un largo proceso que tiene como meta la división de poderes, una progresiva alternancia en el poder ejecutivo y una reducción de competencias del Ejecutivo), a la par que una maduración de la sociedad civil dotada de una administración estatal, neutral e independiente, meritocrática y corporativa.

José Varela subraya que la agenda de la modernización española iniciada en 1898, rigurosamente articulada hacia 1914, descalabrada en 1936, trabajosamente retomada a partir de 1950 y finalmente alcanzada a finales del siglo XX, se enfrenta hoy al reto de mantener la unidad territorial: "es harto improbable que España deje de ser un país democrático; pero no es imposible que deje de ser un país" (págs. 192-193).

Luis Medina (licenciado por El Colegio de México, MA por la Universidad de Essex, Profesor-Investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas, autor de numerosas publicaciones entre las que destaca Hacia un nuevo Estado, México 1920-1994) subraya que el cambio que se ha dado en el sistema político en México es el resultado de un cúmulo de transformaciones realizadas a lo largo de las últimas décadas. El autor, partiendo de la tesis de que en México ha habido una ciudadanía desde comienzos del siglo XIX, explica cómo se ha ido evolucionando desde una "participación limitada" en ciertas épocas hacia otra "plena" en el momento actual, como lo demuestran la transparencia electoral y la alternancia política. A lo largo del texto se narran los cambios legales y las prácticas políticas que han ayudado a avanzar en unos casos o a retrasar en otros la ampliación de la ciudadanía, la formación de un sistema electoral independiente , la estabilización del sistema de partidos y la configuración del electorado. El autor concluye que México se enfrenta ahora al reto de acometer las reformas necesarias para asegurar que sean los políticos a través de las instituciones y el debate parlamentario los que marquen la agenda política, en vez de los politólogos por medio del control que ejercen sobre el Instituto Federal Electoral.

En suma, se trata de un libro importante no sólo para los lectores interesados en los casos de España y México, sino también para todos aquellos que estén preocupados por los procesos de modernización y desarrollo políticos. Una vez más queda demostrado que el conocimiento del pasado nos capacita para entender mejor el presente y poder imaginar con más libertad el futuro.

CRISIS Y CAMBIO

Textos con referencias teóricas y datos comparativos útiles son los de Manuel Alcántara, Gobernabilidad, crisis y cambio (Centro de Estudios Constitucionales, Madrid. 1994); y Juan Linz y Alfred Stepan, Problems of democratic transition and consolidation; Souther Europe, South America and Post-Communist Europe (Johns Hopkins University Press, Baltimore, 1996). Para la transición española véase el texto de Santos Juliá, Memoria de la transición, (Taurus, 1996). Para México es de obligada consulta el de Miguel González Compeán y Leonardo Lomelí (Comps.), El partido de la revolución. Institución y conflicto (1928-1999), (F. de C. E., México, 2000).