Ensayo

¿Quién se ha llevado mi queso?

Spencer Johnson

1 noviembre, 2000 01:00

Traduc. M. Guiguí. Urano, 2000. 93 páginas, 1.200 pesetas

Ninguno de los grandes suplementos culturales españoles le ha dedicado atención a este libro, que ya va por la décima edición. Supe que existía en una comida, a la vuelta del verano, en Puerta de Hierro. Un inspector de Hacienda se refirió a su veraneo diciendo que había quedado marcado por dos acontecimientos: la entrada de ladrones en su casa de Mallorca y la lectura de ¿Quién se ha llevado mi queso?

La razón del éxito de un libro de apariencia insignificante reside en la sencillez con la que se aborda una de las grandes angustias del ser humano: el miedo al cambio. Spenser Johnson, licenciado en Psicología y doctor en Medicina, propone al lector adentrarse en un sencillo y breve cuento con cuatro personajes. Dos ratones, Oliendo y Corriendo (Oli y Corri) y dos "personitas", Kif y Kof, del tamaño de los ratones pero de modo de pensar y actuar "muy parecidos a los seres humanos actuales", que se mueven en un laberinto en busca de queso, su alimento preferido. Durante mucho tiempo son felices porque disponen de grandes existencias de queso, pero, de pronto, un mal día llegan a la Central Quesera y se la encuentra vacía. Mientras Oli y Corri vuelven al laberinto para encontrar un nuevo depósito de queso, Kif y Kof se aferran a la creencia de que en algún momento todo volverá a ser como antes.

Las pocas hojas del libro intercalan quince en las que se lee sólo una frase que resume la tesis de Johnson: estar atentos a las señales que indican la conveniencia de introducir cambios y proceder a ellos sin dilación. El efecto sobre el lector es llevarle al análisis de sus temores en sus relaciones personales. La consecuencia social para las empresas es perder el miedo al cambio para sobrevivir. La metáfora del queso adquiere así una presencia mental tan poderosa que nos obliga a examinar la necesidad de introducir cambios en nuestra vida. Empezando por el amor y el trabajo.