Image: Un mosaico de Oriente Medio

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Ensayo

Un mosaico de Oriente Medio

Bernard Lewis

6 diciembre, 2000 01:00

Lewis se ha permitido el lujo erudito de ofrecernos una panoplia significativa de la región cardinal existente entre el Este y el Oeste

Random House. Nueva York, 2000. 512 páginas, 35 dólares

La escritura del libro evidencia un proceso de familiarización con la literatura de viajes, testimonios de diplomáticos persas en Constantinopla, relatos de exploradores occidentales en tierras musulmanas, y poetas y excursionistas que han cruzado percepciones

Durante el reinado del sultán Abdulaziz (1861-76), se cuenta que su más distinguido estadista -Fuad Pasha- comentó en una reunión de altos dignatarios europeos que el imperio turco-otomano era el más poderoso y fuerte de los imperios de la época. Y ello era así, según el gran visir de la -todavía- Sublime Puerta, debido al hecho de que no sólo tenía que hacer frente al cerco de las potencias cristianas, sino que había de enfrentarse también a los enemigos de ciudadanía turco-otomana. O sea, a lo que más tarde se conocería en la publicística política de combate con el apelativo de "enemigo interior".

La anécdota anterior creo que posee valor paradigmático, para aproximarse al pasado milenario del Oriente Medio; y, además, para poseer más de una clave sobre los contenciosos abiertos (israelopalestino) o larvados (israelo-iraní) que anidan en la zona desde 1948 y 1979 respectivamente. Bernard Lewis, profesor emérito en la materia desde su asiento en la Universidad de Princeton, dio a la luz hace unos dos años un ensayo breve pero enjundioso sobre el asunto (The multiple Identities of the Middle east). Y ahora, acaba de salir recientemente una deliciosa obra que lleva el sello de su maestría: A Middle East Mosaic. Fragments of Life. Letters and History.

La taracea polícroma u opaca de un mosaico suele producir el resultado visual de la figuración, cualquiera que sea el motivo que la inspira. Es muy probable -al menos para Bernard Lewis- que el carácter inextricable que presenta el mosaico del Oriente Medio a no pocos visitantes, diplomáticos, hombres de negocio, transterrados de procedencia dispar e, incluso, a más de un estudioso de esa parte del mundo, no lo sea para él.

Da la impresión que el afamado orientalista de Princeton (tan ligado antes a la School of Oriental and African Studies de Londres) hubiese hecho de aquella parte del mundo su territorio dilecto. Y de que hubiera llegado a poseer múltiples claves, de trascendencia desigual, para entender el pasado y el presente del Oriente Medio por encima de lo que lo consigue entender el común de los mortales; como -por ejemplo- Madeleine Albright.

Probablemente porque todos los países que integran el mosaico en cuestión, anidan magníficos "enemigos interiores" de cosecha propia o injertados por potencias externas a la zona, aunque con intereses considerables en ella. Sin ésta clave en mente, todo intento de desciframiento, de resolución, se desvanece. Incluso en Wye Plantation.

En cualquier caso, Lewis se ha permitido el lujo erudito de ofrecernos una panoplia significativa de la región cardinal existente entre el Este y el Oeste. La "muestra" de la antología, de los fragmentos que constituyen el volumen que comento en estas líneas, hace un recorrido secular, milenario incluso, que va desde el "vocabulario migratorio" entre antípodas culturales (alcoba, caviar, pijama, azúcar, cero, etc., son términos de raigambre árabe y persa) hasta pinceladas del universal sentido del humor en cuanto escape inteligente al acoso de la realidad malévola.

Toda la antología del Mosaico evidencia un proceso de familiarización con la literatura de viajes, con los testimonios de diplomáticos persas en Constantinopla (Estambul, no se olvide, a partir de la fundación de la República turca en 1923), con los relatos de los exploradores occidentales (desde nuestro Ruiz de Clavijo en el reino del Gran Tamerlán hasta Lawrence de Arabia) en tierras musulmanas, o "Dar al-islam", con los poetas y excursionistas impertinentes que en ambos sentidos han cruzado sus percepciones recíprocas con asombro, desdén, admiración fascinada o repulsa taxativa. Sin que lleguen ni a entenderse ni a encontrarse el oriente musulmán y el cristiano occidente. Puestos en este territorio, la nueva recopilación de Lewis ofrece en los trece capítulos, partes o -¿por qué no?- teselas, un nutrido y dispar "corpus" de imágenes cruzadas en el que el lector menos familiarizado con el campo de estudios de los sistemas de representación cultural en perspectiva histórica, corre el riesgo de perderse o no encuadrar con acierto los testimonios; a pesar de que el autor hace preceder cada apartado del libro de una introducción explícita. Varias ilustraciones persas, otomanas y árabes amenizan el contenido de la obra. Hay en ella, al final, una relación de personajes citados caracterizados escuetamente; no podía faltar la bibliografía selectiva de quien, como Bernard Lewis, gusta también de enseñar (mostar) deleitando (distrayendo). ¿Qué otra sorpresa guarda en el arcón de su vasta erudicción y astuta inteligencia el profesor Lewis?

IDENTIDADES

La editorial Siglo XXI acaba de publicar Las identidades múltiples de Oriente Medio (Madrid, 140 páginas), que reúne tres ponencias expuestas en congresos celebrados en 1989, 1993 y 1995. Su autor, Bernard Lewis (Londres, 1916) es uno de los grandes especialistas mundiales en Historia del Islam y de Oriente Medio. En la actualidad es profesor emérito en la Universidad de Princeton. Entre sus obras destacan además Los asesinos o Culturas en conflicto.