Ensayo

Final de novela en Patagonia

Mempo Giardinelli

3 enero, 2001 01:00

Premio Grandes Viajeros 2000 Ed.B. Barcelona, 2000. 236 págs 108 páginas, 1.000 pesetas

José Ovejero obtuvo en 1998 el primer premio Grandes Viajeros con China para hipocondríacos, Luis Reyes lo obtuvo el año pasado con Viaje a Palestina, y ahora ha sido el argentino Mempo Giardinelli con Final de novela en Patagonia, una obra decepcionante. Que Rosa Montero vea "oro puro" en ella o Luis Sepúlveda (amigo del autor y miembro del jurado) afirme que supera la de Chatwin, nos deja perplejos. Una de tres: o los grandes viajeros ya no existen, o escriben tan mal que no pueden ganar premios, o no escriben. Luego este premio queda para escritores, grandes o simplemente correctos, que cuentan su viaje a la nevera. A alguien le podrá parecer original este título, que refleja el planteamiento absurdo de un viaje por Patagonia en busca del final de una novela que Giardinelli tenía atragantada.

Patagonia es lo de menos en este libro, amenizado por suerte con sueños del autor, relatos, recuerdos, y por desgracia con retales de esa novela de carretera y reflexiones sobre la escritura. En la novela de marras una pareja, Clelia y Victorio, huye de la policía como Thelma y Louise. Giardinelli emprende su viaje con un amigo, en su viejo Ford Fiesta rojo, obsesionado con olvidar los libros clásicos leídos sobre Patagonia (Chatwin, Arlt, Bayer, Sepúlveda) y con las antenas detectoras de nazis bien desplegadas. Confiesa querer vivir su Patagonia, pero se lleva a cuestas una novela que le hurta esa libertad. Y también a nosotros. No conocemos gran cosa del lugar. No captamos la magia y la belleza que le suponemos. Parece escrito rápido este libro, sin depurar. Un inicio que aprovechara la historia del tío Bob podría haber sido de antología, y habría puesto el escenario en el primer lugar, que es lo que un lector de esta clase de libros espera. Giardinelli recitó poemas de Alberti al mar mirando el desierto patagónico. ése fue el problema.