Que piensen ellos
VARIOS AUTORES
6 junio, 2001 02:00¿Qué han reinventado estos jóvenes filósofos? Vaya por delante que estos microensayos, de nivel y calidad dispares, son interesantes, moderadamente audaces, un sí es no es irreverentes y desafiantes
Y es que los años, ciertamente, pesan. Si a unos les tocó informar sesudamente sobre "lo que actualmente ocurre en la filosofía", a otros, mucho más jóvenes, se les ha ofrecido la ocasión, más incitante, no sólo de viajar a "la utopía como proyecto necesario desde el que enfocar la energía creativa hacia esos espacios capaces de ilusionarnos en un proyecto común", sino de "reinventar la filosofía". Nada más y nada menos.
¿Qué han reinventado realmente estos jóvenes filósofos? Vaya por delante que estos microensayos, de nivel y calidad obligadamente dispares, son todos ellos interesantes, moderadamente au- daces, un sí es no es irreverentes, y en ocasiones, pocas, hasta desafiantes. De perfil mucho más "literario" y de ambición más creadora que hermenéutica, en ningún momento pretenden, pues, facilitarnos la vida -profesoral, se entiende- con "panoramas", "síntesis" o "muestras" de factura académica, por mucho que en algún sentido perverso no dejen de ser, algunos de ellos, sumamente académicos. Y, por otra parte, esta originalidad y esta buscada y subrayada independencia recubren, como suele ocurrir en casos así, militancias tan férreas como las de los "antiguos" analíticos, dialécticos y fenomenólogos. Los puntos últimos de referencia destapan además enseguida su rostro, desvelando así lo que, dadas las carac- terísticas del libro, habría que asumir como el horizonte de influencia mayor sobre el más joven pensamiento español. ¿Nombres? Pues, con el debido desorden, los que cabría esperar y alguno más: Wilde, Foucault, Nietzsche, Jönger, Karol Wojtyla, Derrida, Miguel Morey, Deleuze...
En cuanto a los temas, la variedad es ciertamente envidiable: desde la reinterpretación del consumo histórico originario de drogas al poder sobre la vida de los totalitarismos; desde la mecánica de las modas hasta la desfiguración de la progenitura y las huellas del linaje mediante la amputación y remodelación de órganos vivos, pasando por el nuevo diablo, las miserias del presentismo, la inteligencia humana, la relación entre filosofía y metáfora, la incorporación de la mujer a puestos de responsabilidad y poder, la futura evolución biológica del homo sapiens, los valores y la educación, la postmodernidad, el nacionalismo, o la violencia y el cierre de nuestro espacio vital... nada escapa a la obstinada voluntad de abrir fronteras de estos jóvenes exploradores. Pero abrir fronteras no es reinventar la filosofía. Y además, la filosofía siempre fue un espacio abierto y todo intento de cerrarlo o parcelarlo fracasó tarde o temprano. Tampoco parece que la crítica pueda ejercerse sin criterios claros y explícitos de la misma. Y por mucho que el viejo sueño de vivir de otro modo la vida empape con su aliento ardiente -y, curiosamente, un tanto fatigado- no pocas de estas páginas, en este decisivo terreno no parece haberse avanzado mucho.