Ensayo

Que piensen ellos

VARIOS AUTORES

6 junio, 2001 02:00

Ópera Prima. Madrid, 2001 286 paginas, 2.600 pesetas

¿Qué han reinventado estos jóvenes filósofos? Vaya por delante que estos microensayos, de nivel y calidad dispares, son interesantes, moderadamente audaces, un sí es no es irreverentes y desafiantes

Hace algunos meses veía la luz una interesante compilación, a cargo de Pedro Cerezo y Javier Muguerza (La filosofía hoy, Crítica, 2000), de trabajos de filósofos españoles actuales que con razón podía presentarse como un "panorama de la filosofía contemporánea" elaborado desde la perspectiva plural de una serie de profesionales a los que se había invitado a desarrollar algún tema de su especialidad. Un compilador anónimo, tal vez el propio presentador del libro, Antonio Pastor, publica ahora 27 "microensayos" de otros tantos autores, definidos como los "nuevos pensadores españoles". A diferencia del anterior, este volumen no se presenta como "una visión muy completa de las diferentes corrientes y ámbitos que constituyen el pensamiento filosófico actual", sino como "armamento para una sociedad crítica".

Y es que los años, ciertamente, pesan. Si a unos les tocó informar sesudamente sobre "lo que actualmente ocurre en la filosofía", a otros, mucho más jóvenes, se les ha ofrecido la ocasión, más incitante, no sólo de viajar a "la utopía como proyecto necesario desde el que enfocar la energía creativa hacia esos espacios capaces de ilusionarnos en un proyecto común", sino de "reinventar la filosofía". Nada más y nada menos.

¿Qué han reinventado realmente estos jóvenes filósofos? Vaya por delante que estos microensayos, de nivel y calidad obligadamente dispares, son todos ellos interesantes, moderadamente au- daces, un sí es no es irreverentes, y en ocasiones, pocas, hasta desafiantes. De perfil mucho más "literario" y de ambición más creadora que hermenéutica, en ningún momento pretenden, pues, facilitarnos la vida -profesoral, se entiende- con "panoramas", "síntesis" o "muestras" de factura académica, por mucho que en algún sentido perverso no dejen de ser, algunos de ellos, sumamente académicos. Y, por otra parte, esta originalidad y esta buscada y subrayada independencia recubren, como suele ocurrir en casos así, militancias tan férreas como las de los "antiguos" analíticos, dialécticos y fenomenólogos. Los puntos últimos de referencia destapan además enseguida su rostro, desvelando así lo que, dadas las carac- terísticas del libro, habría que asumir como el horizonte de influencia mayor sobre el más joven pensamiento español. ¿Nombres? Pues, con el debido desorden, los que cabría esperar y alguno más: Wilde, Foucault, Nietzsche, Jönger, Karol Wojtyla, Derrida, Miguel Morey, Deleuze...
En cuanto a los temas, la variedad es ciertamente envidiable: desde la reinterpretación del consumo histórico originario de drogas al poder sobre la vida de los totalitarismos; desde la mecánica de las modas hasta la desfiguración de la progenitura y las huellas del linaje mediante la amputación y remodelación de órganos vivos, pasando por el nuevo diablo, las miserias del presentismo, la inteligencia humana, la relación entre filosofía y metáfora, la incorporación de la mujer a puestos de responsabilidad y poder, la futura evolución biológica del homo sapiens, los valores y la educación, la postmodernidad, el nacionalismo, o la violencia y el cierre de nuestro espacio vital... nada escapa a la obstinada voluntad de abrir fronteras de estos jóvenes exploradores. Pero abrir fronteras no es reinventar la filosofía. Y además, la filosofía siempre fue un espacio abierto y todo intento de cerrarlo o parcelarlo fracasó tarde o temprano. Tampoco parece que la crítica pueda ejercerse sin criterios claros y explícitos de la misma. Y por mucho que el viejo sueño de vivir de otro modo la vida empape con su aliento ardiente -y, curiosamente, un tanto fatigado- no pocas de estas páginas, en este decisivo terreno no parece haberse avanzado mucho.