Image: Fuera de lugar

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Ensayo

Fuera de lugar

EDWARD SAID

19 septiembre, 2001 02:00

Trad. X. Calvo. Grijalbo. 393 págs, 2.650 ptas. Crónicas palestinas. Trad. F. Ramos. Grijalbo. 316 págs., 2.450 ptas.

Leyendo las memorias (Fuera de lugar) de Edward Said, profesor palestino de origen y ciudadanía estadounidense, tengo la impresión de que la actuación vital de muchos individuos es una paráfrasis de su autobiografía, cuando no de su destino. Said empezó a ser conocido del lector español a principios de los años 80, si mi memoria no me traiciona. Su ensayo pionero Orientalismo (1978) lo editó Libertarias/ Prodhufi doce años más tarde en su versión castellana.

De ser un crítico literario de buena reputación en los medios neoyorkinos, pasó Said a ser un controvertido ensayista político. Su tema de marras fue el conflicto que en Oriente Medio enfrenta hoy a la Autoridad Nacional Palestina con el Estado de Israel, luego del fracaso del proceso de paz que se inició hace unos diez años en Madrid.

Las memorias de nuestro autor proporcionan no pocas claves sobre los escritos de Said en torno no sólo al conflicto mediterráneo por antonomasia sino también sobre libros como Cultura e imperialismo, en el que late un análisis crítico de las polarizaciones mundiales entre el hemisferio euro-americano y los otros continentes y civilizaciones.

Por ejemplo: la dinámica familiar de Said entre Jerusalem y El Cairo durante su infancia y adolescencia, cuando corrían los años treinta y cuarenta: el estatus social y económico alto de su entorno inmediato; la vinculación con el sistema educativo británico primero, americano después, tanto en El Cairo como en las incursiones familiares a Palestina y Líbano; la etapa estadounidense de su vida: graduado en Princeton, doctorado en Harvard, profesor de crítica literaria en la universidad de Columbia. Todo lo que relata Said en Fuera de lugar coadyuva enormemente a iluminar sus posicionamientos políticos, que le han convertido -junto a Noam Chomsky- en un muy significado intelectual de academia comprometido con la causa de una liberación nacional palestina muy específica.

Fuera de lugar es un ameno cuadro de época no exento de dramatismo en el que Said luce sus galas literarias. Es, además, un precioso rayo de luz para entender el otro volumen que ha editado simultáneamente Grijalbo/ Mondadori: Crónicas palestinas. árabes e israelíes en el nuevo milenio (título que, a propósito, desvirtúa el de la edición inglesa: The end of the peace process).

Crónicas palestinas es recopilación de una serie de artículos de autor con los que Said contribuyó regularmente al semanario cairota al-Ahram -en versión inglesa- y al periódico Al-Hayat -que sale en Londres, aunque en lengua árabe. La recopilación cubre el período de 1995-2000. Es decir, consiste en un acta de intelectual politizado que recoge los avatares del proceso de paz para Oriente Medio entre el espíritu de Oslo y el desencadenamiento de la segunda intifada (octubre del 2000).

Amén de muchas percepciones agudas -y de alguna que otra menos feliz-, Said no se limita a practicar el dolorismo de aquellos que piensan en términos de verdugo (Israel)/ víctima (territorios ocupados y ciudadanos palestinos en Israel). En varias de las entregas que el autor fue haciendo a la Prensa que las canalizó, Said no tuvo nunca empacho en proponer fórmulas de planteamiento para una solución del conflicto que no coincidían ni con la ANP ni con Yassir Arafat y su entorno confidencial. La antinomia del intelectual radical con la cabeza visible de la OLP queda reflejada en esta frase: "[Arafat] se ha rodeado de asesores y expertos financieros extranjeros, todos los cuales le ayudan en sus inversiones privadas y en sus gestiones comerciales". Y desde la cima del scholar comprometido que denuncia con despecho y cierta parte de verdad el estado de cosas interior en el escenario del conflicto, afirma Said desde su atalaya neoyorkina: "los actuales líderes palestino han tratado de olvidar, de forma cobarde y servil, la trágica historia de su pueblo con el fin de complacer a sus mentores norteamericanos e israelíes".