Razones y sinrazones de la creencia religiosa
JUAN ANTONIO ESTRADA
19 septiembre, 2001 02:00Todo esto quiere decir que hay que reformular el cristianismo. Para Estrada -como para otros pensadores- el problema es mayor en un mundo como el nuestro, que ha pasado por la experiencia de Auschwitz e Hiroshima. Con estos dos acontecimientos, nos viene a decir, la idea del Dios providente ha hecho agua, requiere más explicaciones que las usuales. Y una de las explicaciones necesarias -me parece a mí- consiste en recordar que el cristianismo no suele "explicar" por qué ocurren las cosas, sino que las magnifica y, de esta forma, las reduce al estricto problema de creer o no creer. Hay dolor, en efecto, pero eso es lo que convierte en central la experiencia de Cristo como hombre que muere martirizado con saña. Si es cierta la pasión del Hijo de Dios, es razonable que exista el mal humano. Porque todo mal humano -incluso el de Auschwitz e Hiroshima- es menor que aquél, siendo enorme.