Ensayo

Franco. Retrato psicológico

GABRIELLE ASHFORD HODGES

12 diciembre, 2001 01:00

Traducción de Isabel Salido. Taurus, 2001. 413 págs, 3.100 ptas.

Entrar en la psicología de los dictadores ha constituido en las últimas décadas uno de los pasatiempos más atractivos y, a la vez, más arriesgados relacionados con la labor historiográfica. Los resultados han sido muy desiguales. Esta lamentable realidad se ha repetido en el caso de Franco. Gubern, por ejemplo, se empeñó en 1977 en realizar un psicoanálisis de Franco partiendo del guión de Raza. La obra era entretenida pero tenía muy escasa base histórica y menor fiabilidad psicológica. Algo similar sucedió años después con González Duro en un libro con mayor solidez pero que adolecía falta de sustancia histórica, con lo que parte de las interpretaciones apenas soportaba el escrutinio serio.

El presente libro no es mejor que ninguno de los citados y en bastantes aspectos los supera en defectos. De entrada, los errores históricos no son escasos. Por ejemplo, la autora afirma que en 1910 existían en el ejército español oficiales "con tendencias fascistas" (pág. 51), circunstancia difícil de creer dado que el fascismo no apareció hasta bien entrada la década siguiente. Asimismo sostiene opiniones peregrinas como la de que Carmen Franco no era hija del general (pág. 79) o se permite situar el inicio de la "paranoia" de Franco contra el comunismo en 1934 cuando era muy anterior (pág. 107).

Difícilmente podía esperarse que con un conocimiento tan limitado de la historia española y de la biografía de Franco se pudiera fraguar un relato psicológico sólido y, efectivamente, el resultado no es alentador. Así, la obra nos ofrece afirmaciones como la que Franco "desahogaría sus destructivos impulsos sexuales cazando animales" (pág. 55) o que intentó conseguir un bastón de su padre y al no conseguirlo quedó "castrado para siempre" (pág. 254). Quizá a alguna persona le resulte sugestiva tanto pseudofreudianismo pero es difícil creer que sea a alguien interesado por el estudio riguroso de la figura de Franco. Además, la obra aparece trufada de esa hispanofobia que caracteriza a algunos anglosajones.