Pierre Bourdieu

Filósofo, sociólogo y profesor, como le gusta definirse a este pensador de influencia mundial, nacido en 1930 en Denguin (Francia), Pierre Bourdieu publica ahora Contrafuegos 2, libro que hace el número 37 de una obra construida según los cánones de la vida académica francesa.

Catedrático de sociología en el Collège de France desde 1981, Bourdieu ha mostrado en su extensa obra un interés constante por los acontecimientos de su tiempo. De ese interés nacen Los estudiantes y la cultura (Labor, 1969) o La reproducción (Laia, 1967), derivados de su análisis de la revuelta estudiantil de los 60. Algo semejante sucede con Sobre la televisión (Anagrama, 1977), crítica brutal a los medios de comunicación. En esta línea se sitúan Contrafuegos (1999), La dominación masculina (2000) y Contrafuegos 2.

En Contrafuegos arremete contra el neoliberalismo, el economicismo del Fondo Monetario Internacional y los estragos que está causando en las relaciones Norte-Sur. En este libro se hace una desaforada crítica al conjunto de la globalización económica. Sobre la televisión y Contrafuegos levantaron una polémica que no fue nada comparada con la que organizó La dominación masculina. Este libro consiguió enfurecer a feministas de todo el mundo que nunca entendieron que, como afirmaba Bourdieu, su falda fuera la expresión palpable de la dominación del hombre sobre la mujer.

Contrafuegos 2 sigue esta línea más de manifiesto político que de análisis académico. El sabio se transforma en militante al escribir estas páginas cuyo subtítulo es muy revelador: "Por un movimiento social europeo". La pretensión de Bourdieu es organizar una Europa que integre a los distintos actores sociales en un movimiento crítico del neoliberalismo. Bourdieu presenta un mundo dominado por los gestores de las grandes instituciones como fondos de pensiones, grandes compañías de seguros y fondos de inversión, los cuales dominan, en su opinión, el capital financiero. Los dominadores viajan, disponen de recursos, hablan idiomas y entienden la vida de modo semejante. Frente a ello, Bourdieu aboga por organizar un movimiento social apoyado en el Estado, en los sindicatos, en los intelectuales, en los trabajadores y en los parados. También preconiza la unión de investigadores y militantes para hacer frente al dinero que manejan los grandes inversores, controlados únicamente por banqueros que protegen la especulación en detrimento de la inversión productiva.

En el primer Contrafuegos veíamos a un Bourdieu fascinado por el movimiento de los parados franceses, una fuerza capaz de oponerse al racionalismo cientifista de los modelos matemáticos que inspiran al FMI. Ahora, en Contrafuegos 2, se retoma la lucha contra la "vulgata neoliberal" y su representante en la Tierra: Estados Unidos. También escribe que las fuerzas conservadoras ultraliberales son cada día más capaces de controlar la vida de los ciudadanos.

Estructurado en nueve textos, Contrafuegos 2 recoge artículos y conferencias dadas por Bourdieu por todo el planeta. París, Berlín, Zurich o Tokio constituyen escenarios esparcidos en un mundo de admiración a este autor. Sin embargo, esta última entrega ha recibido en su propio reducto, el influyente Le Monde, una fría recepción, y es que Contrafuegos 2 es un subproducto de un pensador al que desde hace ya algún tiempo le sigue un cámara que filma y registra todo lo que sale de su boca. En estos nueve textos falta estructura, falta valor para citar a las personas y las instituciones responsables de la actual situación. El libro, mezcla de fama y de pereza, es el texto de un Bourdieu demasiado ocupado en las ofertas y demandas de ese mundo mediático que ha denunciado pero al que parece que se le han pegado los pies.