Image: Una apología del patriotismo

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Ensayo

Una apología del patriotismo

José Luis González Quirós

20 marzo, 2002 01:00

José Luis González Quirós

Taurus. Madrid, 2002. 249 páginas, 15 euros

Todo libro tiene su fuente secreta; su manantial de vida y estímulo. Aseguraría que la incitación y el motivo que ha conducido a esta reflexión sobre patriotismo y nacionalismo se descubre en el quinto capítulo del libro de González Quirós. El capítulo se titula "la debilidad del patriotismo español". Es el penúltimo del libro.

éste y el siguiente ("España significa libertad") son, a mi modo de ver, los más apasionados y relevantes de todo el texto. éste confluye en ellos de modo natural, hallando allí la justificación del andamiaje teórico que hasta esos capítulos últimos se ha ido armando. El libro parte, pues, de la profunda sorpresa que produce la andadura de España en la ruta de las libertades durante un cuarto de siglo; y la escasa motivación de tantos españoles a la hora de reconocerse "españoles". O la eviterna insistencia en eufemismos irritantes como el "estado español", junto a la evitación de la palabra que da nombre y estatuto bautismal a esa realidad (= x) que llamamos "España". O al contraste entre la obscena proliferación simbólica de banderas e himnos nacionales en ciertas comunidades en que es dominante el nacionalismo; y la vergonzante existencia de los mismos en una España ya suficientemente distante del franquismo como para que esas circunstancias (de omisión, de reticencia, de absurdo sentimiento de vergöenza) sigan, por inercia o atavismo mental, reproduciéndose.

El libro va acercándonos a esos interrogantes que atañen al eterno carácter de enigma histórico, cuestión o problema siempre sangrante. Y va generando una distinción en la cual se traza con enérgica grafía la naturaleza virtuosa del patriotismo (concebido como los antiguos lo entendían, como una disposición anímica, a la vez emocional y racional; como virtud, como areté) y el carácter esencialista y falaz del nacionalismo.

Una impagable cita de Prat de la Riba refrenda ese carácter; habrá que examinar algún día con lupa el supuesto carácter "civilizado" de los clásicos del nacionalismo catalán (evidente si se contrasta con los más celebrados exabruptos racistas de Sabino Arana). Ya es hora que se examinen las cosas (los textos; los pensamientos que en ellos están expresados) más allá del beneficio que obtienen al compararse con las reflexiones más deleznables.

La reflexión de González Quirós se inscribe en un orden de ideas que en el terreno ético intenta salir del atolladero crítico de la razón moderna; sobre todo los esfuerzos por recuperar el concepto antiguo de virtud a través de una reivindicación de la ética aristotélica.

Por esta vía se recupera, también, lo que en las tradiciones romanas, sobre todo, se sintió y exaltó como virtud republicana por excelencia, el patriotismo; que no es solo sentimiento y amor, sino también hábito iluminado por la virtud "intelectual" de la prudencia.

Frente a ese patriotismo que hoy permitiría tender puentes entre lo local y lo global, o entre las dicotomías modernas de lo privado y lo público, surge el nacionalismo como la deformación enajenada de aquél. Una enajenación que se produce en relación a cierta entidad, concebida de manera esencialista, que se afirma eterna e imperecedera, y que tiene en lo étnico y nativo su sustento, y en la lengua y la cultura su rasgo diferencial.

Este libro se inscribe, pues, en un contexto de debate y discusión que debieran avivarse en nuestro erial intelectual público, tan huérfano de verdadera vivacidad polémica, o en el que hay mucha gresca y litigio de medios de comuni- cación (y mucho silencio y omisión también); pero ninguna verdadera guerra de Ideas.

Es un libro útil y necesario que a ningún lector dejará indiferente, y que permite situar en nuestro contexto algunas expresiones combativas de filosofía política surgidas en contexto alemán (como el célebre "patriotismo constitucional" ingeniado por Jörgen Habermas).