Matemáticas
Jorge Glez
3 abril, 2002 02:00Conjuga en ellos cualidades de difícil encaje: claridad, sencillez, rigor. El rigor ha de ser aquí el adecuado a la edad de los estudiantes. No se trata de aprender de memoria definiciones que no se entienden pero sí de profundizar en la idea intuitiva que de ellas se tiene. No se trata de demostrarlo todo pero sí de advertir que si no se hace es porque no resulta entonces oportuno pero que más adelante podrán acceder a ello. Y es rigor también avisar de los errores que habitualmente se cometen y observar graves deficiencias en el uso que hace la gente de algunas nociones elementales. Pero, sobre todo, está empeñado en hacer ver que se pueden alcanzar las cotas previstas de una forma gradual, sin sobresaltos: no importa cuántas cosas se aprendan, sino que las descubramos por nosotros mismos.Elabora estos libros de un modo cíclico, repasando en cada uno nociones aportadas por los anteriores y cuidando de comenzar siempre por ejemplos sencillos que sirvan de modelo a la pequeña abstracción que ha de seguir. No se priva de advertir que ese proceso no se realiza sin esfuerzo; pero es sumamente gratificante. Y pone el acento en que, tratándose de libros de texto, sean a su vez libros de lectura. A ello invita la excelente presentación editorial y su contenido. Estoy casi seguro de que ese efecto que el autor busca producir no es más que el reflejo de su postura al escribir: sosegadamente, paso a paso, saboreando cada palabra y cada concepto, en un ascenso progresivo que quiere transmitir al estudiante.