Image: La cultura. Todo lo que hay que saber

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Ensayo

La cultura. Todo lo que hay que saber

Dietrich Schwanitz

3 julio, 2002 02:00

Dietrich Schwanitz. Foto: Archivo

Taurus. Madrid, 2002. 600 páginas + 1 cd, 24’95 euros

He aquí la historia del mundo occidental contada por un alemán cargado de mala conciencia, desde Alemania y para alemanes. Que este libro sea un éxito de ventas en el país de Goethe revela lo que ya sabíamos por el informe pisa: que la educación alemana atraviesa uno de los peores momentos de su historia.

Cuando un libro tan de brocha gorda como es tan leído, es que la cultura, es decir la educación, está por los suelos. En la cúspide de su sabiduría, Jacques Barzun se atrevió a historiar los últimos quinientos años de reflexión occidental y, con las debidas precauciones y un magnífico aparato bibliográfico, produjo Del amanecer a la decadencia.

Poco después, aunque con algo menos de fortuna, Peter Watson publicó Historia intelectual del siglo XX que, como su título indica, constituye una amplia reflexión sobre el siglo pasado. Ahora Schwanitz arranca desde la Biblia y los griegos y persas del siglo IV antes de Cristo y no para hasta llegar a la actualidad y, como no podía ser de otra manera, para meter tanta historia en poco más de medio millar de páginas hay que prescindir de mucha finura. Así, el plano de la escritura se sitúa a la altura de los manuales escolares.

Schwanitz ha dividido su texto en dos grandes partes denominadas "Saber" y "Poder". En la primera comienza por referirse a la historia de Europa. En ella dibuja la identidad colectiva de los alemanes como algo contrapuesto a la elegancia francesa. El idealismo romántico frente a la superficialidad discursiva. La visión de Schwanitz en torno al nacimiento de los estados europeos cae rendida de admiración ante la formación de Inglaterra y Francia. El caso español lo contempla de modo muy distinto, todo son críticas, estereotipos y vaguedades. Con la Reforma iniciada por Martin Lutero y la posterior Contrarreforma, Schwanitz exhibe la misma torpeza con la que alaba los nacientes estados del norte y critica los del sur de Europa. Para él, la modernidad se debe al esfuerzo de los puritanos protestante que por fin se rebelan contra el autoritarismo atrasado de los católicos.

La historia de Europa la remata Dietrich Schwanitz con el análisis de la formación de la Alemania moderna y el conflicto de las dos guerras mundiales más el holocausto judío. Aquí vemos que para un hombre nacido en 1940, como es el caso de nuestro autor, la confusión, la falsa humildad y la mala conciencia se mezclan en un persistente batiburrillo. Otra vez Hitler convertido en caricatura de una sociedad y los austriacos en payasos. Páginas adelante el ensayista adentra al lector en la historia de la literatura, del arte, de la filosofía y de la ciencia social europea.

Ya en la segunda parte, la dedicada al poder, se entra en un sinfín de disquisiciones sin apenas otro hilo conductor que el de la encuadernación del libro. Sin embargo, se encuentran páginas interesantes como las referidas al papel de las notas a pie de página a la hora de dar sentido a los libros, la superioridad de la lectura frente al espectáculo televisivo, la función de los suplementos culturales de los periódicos o el papel del lenguaje.

Además arremete de modo muy crudo contra el papel de las recensiones libros. Schwanitz propone una tipología del crítico en función de la posición ocupada por este según el orden de nacimiento entre los hermanos.

Se cierra este volumen con un análisis de la imagen de la Alemania actual y del nazismo para desde ahí contemplar, a vista de pájaro, a un grupo de ocho países encabezados por Estados Unidos. A ello se añade, sin venir demasiado a cuento, un capítulo, sobre la inteligencia y unos anexos dedicados a señalar fechas y libros decisivos, a juicio del autor, para el desarrollo de la humanidad.