Ensayo

La televisión en tiempos de guerra

Paco Lobatón (ed.)

12 septiembre, 2002 02:00

Gedisa. Barcelona, 2002. 220 páginas, 14’90 euros

Con el brutal atentado del 11-S como telón de fondo se enhebran un puñado de opiniones de gentes bien distintas unidas por aquello que les separa: todos están relacionados con los medios de comunicación.

Se ha estructurado el libro en cuatro partes. Primero un prólogo que se abre con un artículo de Manu Leguineche. El viejo maestro rezuma un desencanto que se ha ido generalizando entre corresponsales de guerra. Después de Vietnam, a los reporteros les han cortado las alas. Ahora les atan corto, hay menos dinero y más censura. En buena medida el tinglado de la información ha caído en manos de hombres de negocios con ambiciones desmesuradas.

Tras Leguineche, la reflexión de Manuel Martín Ferrand sobre las consecuencias del 11-S. Con ello se da paso a la segunda parte de este volumen, un debate convocado por la Academia de Artes y Ciencias de la Televisión en torno a "la televisión en tiempos de guerra". Intervinieron treinta y dos personas, desde Ignacio Salas hasta Rafael Mendizábal. Puntos de vista distintos, bien informados y llenos de interés.

En la tercera parte, diez directores de Informativos recuerdan el 11-S, tanto en lo que fue su experiencia personal como profesional. Noam Chomsky e Ignacio Ramonet cierran este capítulo con análisis que buscan escrutar lo que le espera al mundo. La cuarta parte reúne reflexiones, investigaciones y documentos en torno al papel de la televisión en los conflictos bélicos y el terrorismo. Entre Lobatón, Enric Sopena, Enrique Vázquez, Emili Prado y Ricardo Vaca trazan un marco de gran utilidad para acotar la vidriosa relación entre el terrorismo y el derecho de los ciudadanos a estar bien informados. A vista de pájaro, lo que evidencia este volumen es que la información es cada vez más un negocio y que la televisión está sujeta a manipulación dictada por la audiencia y por intereses políticos e ideológicos. La libertad de Prensa hay que reinventarla cada día.