Ensayo

La historia de España en la literatura francesa

M. Boixareu/ R. L. Lefere

26 septiembre, 2002 02:00

Castalia. Madrid, 2002. 850 páginas, 42 euros

Cuando el proceso de integración europea se halla en un momento decisivo, este libro arranca de un axioma indudable: ese ideal será imposible mientras los países en trance de unión no se conozcan a fondo, desechando estereotipos que falsean su personalidad.

El libro, en ese sentido, supone una investigación pionera: se trata de precisar críticamente cómo se han visto y cómo se ven recíprocamente dos países de la importancia de Francia y España. Este primer volumen analiza la imagen de la historia del nuestro en la literatura gala; un segundo volumen hará lo mismo con la historia de Francia en la española. La literatura no es aquí un fin en sí misma, sino un vehículo que nos permite conocer la verdadera faz de ambos pueblos. Esta es una de las principales novedades del proyecto: dejar al margen por un momento el concepto en que se tienen a sí mismos ambos países, y plantearse cómo se ven uno a otro. Esa visión especular nos revela la identidad de ambos más allá de cualquier ipsismo. El "espejo" manifiesta rasgos inaccesibles a la autocontemplación y el egocentrismo.

Estamos ante un libro bien planteado por los profesores Mercè Boixareu y Robin Lefer. La compleja problemática que se examina en estas páginas ha sido investigada por 45 especialistas, con un resultado en general muy satisfactorio. Los diversos apartados se unen por nexos explicativos que dan al libro unidad aunque la libertad de métodos y puntos de vista de los colaboradores no permita borrar del todo el "efecto mosaico". El material estudiado es amplio: obras literarias ficcionales e historiográficas, pinturas, esculturas, cine, etc. El volumen quiere ser el reflejo de una dialéctica entre el tópico y la realidad histórica. El rigor de los trabajos se centra tanto en romper falsos clichés como en construir un edificio histórico convincente.

El libro tiene otra novedad: su concepto de España. ésta es el territorio así llamado en los textos franceses y comprende las tierras y gentes situadas al sur de los Pirineos. Recuperamos de ese modo, en este tiempo de taifas e independentismos, el espléndido espacio que los romanos llamaron Hispania, en el que "la Península tiende a ser vista como un todo". A partir de aquí se organiza el libro en una arquitectura bien trabada: introducción, reflexión imagológica, recepción de la historia de España en Francia, estudio cronológico por siglos, mediaciones, recapitulaciones y conclusiones. Los propios coordinadores mencionan tres reservas que podrían hacerse a su trabajo: su falta de exhaustividad, sus ocasionales desvinculaciones entre los rasgos marcados y la geografía peninsular, y la existencia de hechos importantes apenas esbozados pero que tampoco podían olvidarse. El estudio de la imagen de España en la literatura francesa se lleva a cabo por siglos. La síntesis ha tenido que ser apretada, teniendo presentes sólo textos esenciales, lo que conlleva que el lector eche de menos algunos y piense que otros son prescindibles. Sin embargo, en general, la elección es acertada. Me parece muy certera la visión del XVI como inicio de la "leyenda negra", analizada por J. Juderías en 1912 y revisada en 1992 por García Cárcel.