Image: Historia económica de España, siglos X-XX

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Ensayo

Historia económica de España, siglos X-XX

Francisco Comín, Mauro Hernández y Enrique Llopis (Eds.)

17 octubre, 2002 02:00

Foto: J. L. Pino

Crítica. Barcelona, 2002. 507 Páginas, 27’50 euros

El temprano esfuerzo llevado a cabo, en los años 50 del pasado siglo, por Jaume Vicens Vives, con la decisiva colaboración de su discípulo Jordi Nadal, de elaborar un manual de Historia Económica de España, desde la Prehistoria a la Edad Contemporánea, no ha tenido continuación desde entonces.

El elevado número de los estudios realizados en los últimos 40 años y la complejidad y diversidad de su contenido han convertido en prácticamente irrealizable un empeño individual como el de Vicens Vives. Se han publicado numerosas obras de síntesis de historia económica pero, generalmente, limitadas a las grandes divisiones temporales de la historiografía: Medievo, Edad Moderna, siglos XIX y XX. A la vez, ha sido frecuente la elaboración de libros que abarcan la totalidad de un período determinado mediante la colaboración de diversos especialistas. La obra que aquí y ahora se reseña pertenece a esta última clase de publicaciones, pues son once los autores de los once capítulos en que se divide el libro.

La principal novedad que distingue a la presente Historia Económica de España es el ambicioso intento de comprender en un volumen manejable nada menos que un milenio, desde la afirmación territorial y política de los primitivos reinos cristianos de la Península a mediados del siglo XI hasta el período que arranca de la transición a la democracia, en 1976, y concluye con la plena integración de España en la Unión Monetaria Europea. El capítulo inaugural, dedicado a la economía del Medievo, es de Hilario Casado, profesor de la Universidad de Valladolid; el último, de un economista teórico como Luis ángel Rojo, cuya de- dicación a los estudios macroeconómicos y a la política monetaria no le han impedido efectuar aportaciones de indudable valor al terreno de la historia.Esta ambición de los coordinadores del libro resulta particularmente gratifi cante, pues, en los quince últimos años, ha cundido la costumbre, a mi entender nefasta, de limitar los estudios universitarios de historia económica a la época contemporánea. No se puede comprender lo que ocurre en la sociedad española de 1815 a 1939 (por no decir hasta nuestros días), si no se tienen en cuenta las derivaciones procedentes de la Edad Media y de los reinados de Austrias y Borbones, en los siglos XVI a XVIII.

Elijamos sólo dos ejemplos. La distinta configuración del territorio española según la distribución de la propiedad agraria, en el Norte, en el Centro y en el Sur de la Península, procede de la Reconquista y consiguiente repoblación de los espacios ganados a los reinos musulmanes. ¿Puede, de otra forma, entenderse la presencia de latifundios en la mitad meridional de España frente a la propiedad media o familiar de la mitad septentrional? ¿Acaso no hay que tener en cuenta esta circunstancia para entender los polémicos proyectos de reforma agraria en la II República, y también algunas relevantes cuestiones de política laboral en el mundo rural de nuestros días? Y si atendemos a la explicación del diferente acceso a la modernidad económica de Cataluña y Castilla en los siglos XVIII y XIX, ¿acaso puede prescindirse de lo que ocurrió en las centurias anteriores, cuando os habitantes de la Corona de Castilla se vieron empeñados de modo diferencial en la financiación de la política europea de los Austrias?

A estas y a otras cuestiones de trascendental naturaleza responden Hilario Casado y Bartolomé Yun, este último autor de los capítulos dedicados al siglo de la hegemonía castellana -lato senso, el XVI- y a las raíces del atraso económico español, que sitúa entre 1590 y 1714. El siglo XIX ha quedado confiado a cuatro conocidos especialistas: Enrique Llopis (quien se encarga, además, del capítulo correspondiente al Setecientos), Pere Pascual, Carles Sudriá y Jordi Maluquer de Motes. Cabe, por tanto, deducir que los responsables de la parte del libro correspondiente a la revolución industrial en España (1840-1913) son tres discípulos de Jordi Nadal, quien primero desbrozó ese terreno histórico antes casi inédito. Por lo que se refiere al capítulo de Llopis titulados "La crisis del Antiguo Régimen y la revolución liberal", es necesario destacar que constituye la síntesis más elaborada acerca de esta época -1815-1840- antes mal conocida en su conjunto, desde el punto de vista de la historia económica.

Hay que advertir que los autores parecen haberse propuesto moderar los inconvenientes que para un público de no especialistas representan los debates más arriscados en esta disciplina. Ateniéndonos a la etapa contemporánea y mencionando sólo dos ejemplos, cuestiones aún candentes como la valoración final de las inversiones extranjeras en el XIX, o las consecuencias del proteccionismo o del librecambismo arancelario sobre la economía española entre 1870 y 1936, si bien no son eludidas, su exposición se mantiene en los límites de la mayor objetividad y distanciamiento posibles. En otras palabras, abordan los hechos históricos en su integridad, sin convertirlos en bastiones de sus polémicas interpretaciones.La economía del siglo XX, época en la que hoy muchos investigadores fijan su atención, es analizada por Francisco Comín (desde la I Guerra Mundial a la Guerra Civil española), Carlos Barciela (primer franquismo) y José María Serrano Sanz y Eva Pardos (el crecimiento de los 60 y 70).

Un logro muy destacable de los editores de este libro es la difícil armonización de los capítulos en sus aspectos formales, así como la cuidada presentación de la bibliografía y los índices. En suma, un libro útil, valioso y de muy probable éxito.