Juegos matemáticos, soluciones contra toda intuición, todo un abanico de sorpresas agazapadas bajo una cubierta engañosamente sencilla que nos estallan en las manos: es el Gardner de siempre.Durante 30 años fue desgranando sus invenciones en la sección "Juegos matemáticos", de la revista "Scientific American" o "Investigación y Ciencia" en su edición española, y las ha ido recogiendo después en numerosos libros.

Este viene distribuido en dos volúmenes, "Huevos, nudos y otras mistificaciones matemáticas" y "Damas, parábolas y más mistificaciones matemáticas", cuyos subtítulos dejan entrever que se parte de una situación que raramente parece evocar un tratamiento matemático pero a la cual va aplicando un proceso de complicaciones y generalizaciones que conduce a su inclusión en una teoría formalizada. Ese punto de arranque puede ser uno de esos pasatiempos propios de una antigua tertulia de casino. Valga por ejemplo aquel clásico de un lobo, una oveja y una col que hay que trasladar de uno en uno, sin deterioro de ninguno de ellos, de una orilla a otra de un río; a fuerza de darle vueltas acaba el autor por introducirnos casi sin darnos cuenta en la teoría matemática de grafos.

No siempre se llega a una solución satisfactoria, o porque no existe o porque está aún sin dilucidar; otras veces la solución es sorprendente. También puede proponérsela al lector para que la encuentre. No faltan iniciaciones de gran calidad didáctica sobre temas como teoría de grupos, clases modulares, etc., a los que va ascendiendo mediante un proceso del mismo estilo que sus juegos y problemas. Toda una incitación para que el lector curioso y aficionado a esos pequeños enigmas encuentre en su análisis no sólo esparcimiento sino también una buena ocasión para acrecentar sus conocimientos y formarse en distintos métodos de razonamiento.