Fernando Valls: "Millás es un buen articulista. Vila-Matas, rarísimo"
Fernando Valls, por Gusi Bejer
Pregunta: ¿No debería advertir más claramente que se trata de una recopilación de artículos y críticas publicados, salvo dos excepciones? Respuesta: Está dicho, en el prólogo y al final del libro, donde se indica el origen de cada uno de los textos. Como usted dice, hay dos inéditos. P: Sí, pero ¿por qué no ha actualizado los textos? R: No he pensado en rectificarlos ni en completarlos porque son los artículos de los que estoy más satisfecho, los más vigentes e interesantes. Tampoco los he ampliado porque no pretendo hacer un panorama completo sino algunas calas que permiten, creo, hacerse una idea de lo que ha sido la literatura española de los últimos 30 años. P: Analiza con ferocidad la crítica literaria española. ¿Qué papel desempeñan los profesores universitarios en ella? R: Esencial. Desde hace tiempo profesores universitarios como Ricardo Senabre, Sanz Villanueva o Pozuelo Yvancos demuestran cada semana en los periódicos interés, conocimiento y rigor. P: ¿Cómo sería el retrato robot del crítico ideal? R: Bueno, debe ser alguien que conoce la historia de la literatura y es capaz de valorar y de incitar a la lectura. También tienen que hacer desistir al lector cuando el libro no merezca la pena. P: ¿Y lo hacen? R: Sólo 12 ó 13 cumplen esta función sin fingimiento. Un crítico debe ser independiente y ecuánime, no puede dedicarse a roer. Y hay quien vive de roer. Benevolente o no, su criterio debe ser inequívoco. P: ¿Existe, a su juicio, alguna figura de referencia en nuestra crítica? R: Los nombres que antes he mencionado lo son. También Basanta, Masoliver Ródenas, Soldevila, Martín Nogales y Jordi Gracia. Y Saladrigas, Darío Villanueva y Gurpegui en la narrativa extranjera. P: ¿Realmente en España “sólo existe la crítica que permiten y fomentan los medios, y nunca lo hacen inocentemente”? R: Sí, pero con matices. No nos engañemos, los periódicos tienen publicidad, intereses comerciales, colaboradores que publican... P: Quizás, pero al crítico no tiene por qué afectarle. R: Tal vez, pero a él le presionan editoriales, agentes, los medios. El crítico se gana cada semana, reseña a reseña, su independencia, y debe demostrarla a lo largo de los años. P: Habla incluso de censura... ¿tan horrible fue su experiencia? R: No, pero conozco casos de críticos que la han sufrido. P: Escribe que algunas novelas galardonadas con premios de prestigio no pasarían del aprobado en el taller literario más benévolo. ¿Por qué no da algún ejemplo? R: Ahora mismo. Melocotones helados de Espido Freire, premio Planeta, es un libro inocente con errores de principiante. O el finalista de este año, la novela de María de la Pau Janer, una obra espantosa. Y muchos más. El problema es que muchos premios responden a modas, y por eso ganan autores jóvenes, guapos, pero sin talento. P: Dice que la clave de la crítica es el gusto: ¿tiene el lector español buen gusto, estragado...? R: Me merece mucho respeto el lector de libros malos. Una buena literatura, normalizada, debe tener escritores de todo tipo. Pérez-Reverte, en su género, lo hace bien. El problema es cuando el autor comercial tiene pretensiones literarias. En el mundo anglosajón, Follet no pretende ser Pynchon. P: A pesar de su declaracion de intenciones, ¿no es este libro una suerte de canon literario? R: No, pero doy pistas de los autores que me parecen más importantes, y de los libros que conviene releer o al menos leer mejor. P: Recupera el polémico texto del Catálogo del Ministerio de Cultura para la Feria de Guadalajara de 1999: ¿se arrepiente de algo? R: De nada. Comenté, en diez páginas, 30 años de literatura. Sólo me criticaron tres, Sánchez Dragó, Armas Marcelo y Prada, que demostraron su vanidad y, con su obra posterior, lo poco que valían. Los autores que aprecio (Marías, Luis Mateo Díaz, García Montero) escribieron artículos elogiosos. P: De cualquier forma, defina en una línea a Miguel Delibes... R: Constante y grande. P: Millás. R: Un gran articulista. P: Javier Marías. R: El novelista con mayor proyección.Inteligente y ambicioso. P: Prada. R: Un ventrílocuo anacrónico. P: Muñoz Molina. R: Un novelista venido a menos. ¡Ojalá vaya a más! P: Vila Matas R: Rarísimo. P: ¿Quiénes son sus “compañeros de palabras, silencios y siglos”? R: Los críticos que dicen lo que piensan al margen del mercado.