Ensayo

Café Arcadia

José Luis García Martín

26 junio, 2003 02:00

DVD Ediciones. Barcelona, 2003. 191 páginas, 12 euros

Café Arcadia se abre como un álbum de fotos, con anotaciones de diario, con recuerdos. Es el cofre de un coleccionista de ciudades y calles, que no se desprende de su condición de poeta, profesor y crítico. Cuando García Martín llega a una ciudad, siempre parece que ha estado antes allí, porque aunque nunca la haya pisado entra en ella por la puerta de los libros, de la historia y de los azares sentimentales. Así peregrina por la México de Cernuda o la Oporto de los burdeles y los "callos fríos" de álvaro de Campos. Pasea su melancolía y esparce con naturalidad su erudición, y a veces, de alguna estampa, construye un relato que alcanza el rango de ficción, como los titulados "Un poco de teología" o "El misterio Valéry".

A veces nos cuenta su viaje, a veces el viaje de otros. O aprovecha una película para bucear hasta una ciudad y los escritores que le pertenecen. O un acontecimiento, como la visita de Woody Allen a Oviedo, a quien le envidia sus ojos ignorantes. Café Arcadia, cualquier café, es el apeadero donde el viajero se detiene a degustar sus trofeos, después de visitar las librerías de la ciudad de paso.

El libro se convierte en un homenaje a los versos de Adrien Jans: ha visto muchas ciudades, ríos, mares, árboles, fuentes, pero el gran poeta que es García Martín sabe que "siempre nos bañamos en el mismo río". Por eso este libro, rebosante de sabiduría y belleza, es un canto a la infancia, el lugar en que "leíamos con el alma en los ojos". Como el "auténtico señor" que describiera Willy Farnese, pero en vida, con una sonrisa difícil de abatir por los sinsabores, el autor de estos relatos nos deja un testamento de confidencias.