Image: Trabajo sobre el mito

Image: Trabajo sobre el mito

Ensayo

Trabajo sobre el mito

Hans Blumenberg

10 julio, 2003 02:00

Trad. P. Madrigal. Paidós. Barcelona, 2003. 688 págs, 35 euros

Son varios los filósofos alemanes de finales del siglo XX que han sabido desmentir con la brillantez de su obra el tópico del docto germano de plúmbea erudición, pero carente de estilo literario, académico y poco creativo.

Odo Marquard, el más cínico y mordaz; Safranski, el más liviano y didáctico; Sloterdijk, el más provocativo y mediático. Y, destacando entre todos ellos, Blumenberg (1920-1996), sencillamente, el mejor, el más capacitado para dominar vastos materiales históricos y acertar a narrar el curso de las configuraciones simbólicas de la cultura con un enfoque original y esclarecedor, ampliando el horizonte teórico de las distintas corrientes de pensamiento en las que se formó: la fenomenología, el neokantismo, la hermenéutica y, sobre todo, la "historia de los conceptos" de Erick Rothacker, a la que Blumenberg sobrepuja con su "teoría de la inconceptuabilidad", para la cual la referencia del hombre a la realidad en la que se encuentra inmerso y que se le impone en su absolutez nunca es directa, plenamente transparente y unívoca, según pretende la lógica racionalista, sino plural, diferida y cambiante, tal como aciertan a expresar algunas "metáforas absolutas", irreductibles a concepto.

De ahí que la mayor parte de la obra de Blumenberg se entretenga en perseguir el rastro de esas metáforas decisivas en las que la existencia humana se desgrana sin concluir nunca en una versión definitiva: la metáfora del naufragio, la del mundo como libro o la del traspiés del sabio como cifra del extrañamiento de la teoría respecto al mundo de la vida han sido tematizadas en otros tantos libros de Blumenberg traducidos ya al castellano: Naufragio con espectador, La legibilidad del mundo o La risa de la muchacha tracia.

Ahora nos llega Trabajo sobre el mito, libro publicado por primera vez en 1979 y ampliado en 1984, una de sus obras más emblemáticas y monumentales junto con La génesis del mundo copernicano y La legitimidad de la modernidad. Blumenberg generaliza ahí la perspectiva adoptada anteriormente en aquellos otros dos textos, en los que había explicado cómo la modernidad ganó su legítima novedad y diferencia frente al mundo medieval al concebir al hombre como un ser libre y autónomo en un cosmos emancipado de la tutela divina. Ahora se trata de relatar cómo ya desde mucho antes el hombre quiso replicar a la mudez de la noche primigenia del mundo, a ese imponente "absolutismo de la realidad", y para ello ingenió la palabra. El mito fue la forma proto-racional de responder a la condición de inseguridad vital de ese animal huidizo que era el ser pre-humano. Con ello se dotó de un nicho más simbólico que ecológico, que fue expandiéndose y sofisticándose, ganando eficacia y racionalidad, mas sin llegar nunca a cancelar la vieja angustia ante lo inhóspito. Por eso la función y el valor del mito no desaparecen para Blumenberg: perviven, transformados, en las labores del lógos, que también son trabajo sobre el mito y reelaboraciones del mismo. La cesura fuerte entre mito y razón es, pues, imaginaria. Los espléndidos capítulos del libro dedicados al mito de Prometeo, a su recreación por parte de Goethe y a su suerte posterior, testimonian esta ambigöedad indesterrable de nuestro trato con lo real. Un recordatorio imprescindible, y magistralmente formulado.