Image: Matemáticas y juegos de azar

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Ensayo

Matemáticas y juegos de azar

John Haigh

16 octubre, 2003 02:00

Trad. J. Chabas. Tusquets. Barcelona, 2003. 387 páginas, 24 euros

Inicialmente podría pensarse que es éste un libro de introducción al cálculo de probabilidades a partir de una colección de ejemplos, de situaciones bien sabidas que se presentan en los juegos de azar y van conduciendo a la construcción de la teoría en abstracto; recurso pedagógico muchas veces utilizado en nuestros textos.

Pronto veremos, sin embargo, que aquí se sigue el camino opuesto: de lo que se trata es de estudiar estrategias con que enfrentarse a juegos de muy diversa condición con las armas que las probabilidades proporcionan. No es un tratado de la teoría de la probabilidad, dice el autor, sino un conjunto de planteamientos en cuya resolución intervienen argumentos probabilísticos. Ofrece así formas de evaluar e incrementar la probabilidad de éxito en los juegos o en situaciones en las que se haya de tomar una decisión.

Ciertamente tiene solera esta relación entre juegos y probabilidad, ya que el estudio sistemático de esta teoría, prácticamente su nacimiento, surge de las famosas consultas que el caballero De Meré formuló a Pascal acerca de la aparente paradoja que se le presentaba en sus apuestas al calcular el mínimo número de lanzamientos de pares de dados que había de hacer para que al menos en uno de ellos saliera un doble seis. Desde entonces el campo al que se pueden aplicar estas técnicas crece en todas direcciones. ¿Sabían que es 23 el tamaño mínimo que debe tener un grupo de personas para que sea más probable que improbable que dos de ellas celebren su cumpleaños el mismo día?

Por supuesto que el estudio gana en interés cuando se centra en juegos más populares: tiradas de monedas o de dados, loterías, quinielas, póquer, bridge, ruleta, tenis, golf, fútbol (cuándo conviene exponerse a una tarjeta roja, por ejemplo). Estos y muchos más se analizan aquí; juegos que difícilmente serán dominados en su totalidad por un mismo lector, pero al que siempre le quedará la elección, para su estudio, de aquellos que practique o en los que se sienta más ducho.

Otros son aptos para todos los públicos, como los de televisión tipo "Un, dos tres". Véase este caso: se presentan tres cajas cerradas, una de las cuales contiene el premio: el concursante señala una sin abrirla y el presentador abre otra que él sabe vacía y da al concursante la opción de quedarse con la que ha señalado o cambiarla por la tercera caja que habían dejado al margen. Sorprendentemente, la probabilidad de ganar se duplica si el concursante se pasa a esta tercera caja. (Lo cual no quiere decir que gane forzosamente: sólo hablamos de probabilidad).

Como puede verse, el libro resulta muy entretenido y no hace falta poseer grandes conocimientos para seguirlo: prácticamente basta con la aritmética elemental, "las cuatro reglas" clásicas. No obstante, y para una mayor profundización si se desea, dedica el autor las cuarenta últimas páginas a unos apéndices sobre teoría de la probabilidad, distribuciones, cadenas de Markov, etc. Nos enseña, por ejemplo, a buscar el punto de silla en un juego con distintas opciones; como puede ser la de que, a un marido que no está seguro de si hoy es el santo de su mujer y debe por ello comprarle nas flores, el punto de silla le descubre que acertará regalándole las flores, sea o no el día de su santo. Y concluye el autor: "Las mujeres deberían dejar abierto este libro en esta página, para que sus maridos pudieran leerlo". (Más modestamente diría yo, remedando al cura de Campoamor, que al menos para esto no es preciso saber probabilidades).