Ensayo

Memoria de a bordo

Alberto Fortes

16 octubre, 2003 02:00

El cobre, 2003. 233 págs, 12 e.

Este libro prometía. Su presentación como un viaje por los barcos literarios lo habrá convertido en una golosina que se habrá vendido mucho y leído poco. Y es una pena, porque la materia, que Alberto Fortes domina, tiene un atractivo evidente; incluso el proemio constituye una brillante y casi irresistible invitación a devorar todo el plato. En efecto, la presentación de la fascinación que los barcos de antaño ejercen aún hoy a través de un buen puñado de obras clásicas de la literatura universal, promete un apasionado ensayo sobre éstas que no se cumple.

Uno había acariciado la idea de que Fortes iba a proponer un nuevo canon literario, y que su experiencia como marinero nos podía exprimir ese suculento catálogo de naufragios y aventuras. Pero el marinero que es Fortes se ha limitado a emborracharse con la espuma de los mares leídos, y ha querido mezclar una oda al mar con la usurpación de la identidad de quienes fueron en el Pequod de Melville, el Nautilus de Verne o el Grampus de Poe, entre otros (Conrad, Stevenson, London). Se puede alegar que poco interesa una académica reseña de argumentos ya conocidos. Tal vez, pero menos interesa esta extrema divagación, con una prosa redicha y logorreica, alérgica a las comas, sobre los misterios del reino de Poseidón. Queríamos más libros y más barcos de libro, y no este "viaje" indigesto por tanto párrafo farragoso. El autor no ha temido desplazar con una obra así a los profanos, y nos ofrece al final un glosario como a contrapelo. Ese glosario, debidamente ampliado, es lo que muchos lectores esperarán cuando abran este libro por primera vez. A menos que sepan que Fortes es un poeta con pilas alcalinas.