Memoria de a bordo
Alberto Fortes
16 octubre, 2003 02:00Uno había acariciado la idea de que Fortes iba a proponer un nuevo canon literario, y que su experiencia como marinero nos podía exprimir ese suculento catálogo de naufragios y aventuras. Pero el marinero que es Fortes se ha limitado a emborracharse con la espuma de los mares leídos, y ha querido mezclar una oda al mar con la usurpación de la identidad de quienes fueron en el Pequod de Melville, el Nautilus de Verne o el Grampus de Poe, entre otros (Conrad, Stevenson, London). Se puede alegar que poco interesa una académica reseña de argumentos ya conocidos. Tal vez, pero menos interesa esta extrema divagación, con una prosa redicha y logorreica, alérgica a las comas, sobre los misterios del reino de Poseidón. Queríamos más libros y más barcos de libro, y no este "viaje" indigesto por tanto párrafo farragoso. El autor no ha temido desplazar con una obra así a los profanos, y nos ofrece al final un glosario como a contrapelo. Ese glosario, debidamente ampliado, es lo que muchos lectores esperarán cuando abran este libro por primera vez. A menos que sepan que Fortes es un poeta con pilas alcalinas.