Image: Mujeres economistas, 1816-1898

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Ensayo

Mujeres economistas, 1816-1898

Elena Gallego Abaroa

28 abril, 2005 02:00

Harriet Taylor, Jane Marcet, Harriet Martineau, Charlotte Perkins Gilman y Millicent Garrett

Delta. Madrid, 2005. 130 paginas, 10 euros

A mediados del siglo XX, mujeres como Ursula Hicks y Joan Robinson, y la hispanista Marjorie Grice-Hutchinson eran economistas muy apreciadas en los círculos académicos de todo el mundo, y hoy sus nombres aparecen mencionados en cualquier bibliografía escogida de sus respectivas especialidades.

Sin embargo, la incorporación de la mujer a la economía científica es una realidad relativamente reciente. En el siglo XIX, sólo el nombre de Harriet Taylor resulta familiar a la mayoría de los lectores de nuestros días, antes que por su obra propia, por la gran influencia ejercida sobre uno de los más distinguidos economistas clásicos, John Stuart Mill. En este libro, Elena Gallego nos muestra cómo fue el comienzo de la presencia femenina en esta especialidad y quiénes fueron las primeras economistas que se abrieron paso en un mundo intelectual que, al igual que otros de su tiempo, estaba monopolizado por los hombres.

La autora destaca cinco nombres: Jane Marcet, Harriet Martineau, Millicent Garrett Fawcet, Harriet Taylor y Charlotte Perkins Gilman. Todas son inglesas salvo la última, norteamericana.

Elena Gallego presenta un estudio preliminar común y selecciona algunos textos de cada una de las economistas elegidas, lo cual permite al lector apreciar de forma directa el objeto de sus preocupaciones y la naturaleza de sus trabajos editados. Es interesante observar que algunas de ellas fueron excelentes divulgadoras de la teoría económica y disfrutaron de un éxito indudable como autoras de manuales. éste es el caso de Jane Marcet, uno de cuyos libros, aparecido en 1816, tuvo catorce ediciones. Harriet Martineau, partidaria del derecho a la educación de las mujeres y combatiente contra la esclavitud, escribió una serie de novelas en las que se planteaban cuestiones como la división del trabajo en las sociedades rudimentarias. Millicent Garrett elaboró, en 1863, un manual de Economía que fue utilizado en diversas universidades británicas. Otro de ellos se reimprimió durante setenta y seis años, hasta 1946, algo infrecuente en un mundo editorial tan dinámico como el anglosajón. Pero Millicent Garrett fue, sobre todo, a partir de 1890, también activa sufragista y autora de novelas, en que defendía la independencia de la mujer frente al modelo tradicional.
Harriet Taylor expuso las ventajas sociales y económicas de carácter general que se alcanzarían con la participación de la mujer en el mercado de trabajo. Por otro lado, algunos sostienen la hipótesis de que los aspectos más proclives al reformismo social de la obra económica de Mill fueron resultado directo de su influencia. Charlotte Perkins Gilman publicó en 1898 Women and Economics, la obra más difundida, durante mucho tiempo, de los argumentos sociológicos y económicos de la liberación de la mujer. Como las restantes autoras seleccionadas, fue una incansable trabajadora y el interés científico de su obra resulta tan destacable como el empeño demostrado en la defensa de sus convicciones. Habernos mostrado esa perspectiva, poco conocida en España, es el principal mérito del libro de Elena Gallego.