Image: La rodilla de Lucy

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Ensayo

La rodilla de Lucy

Yves Coppens

19 mayo, 2005 02:00

Yves Coppens

Trad. N. Viver. Tusquets. Barcelona, 2005. 192 págs, 16 e.

Se empieza por contar una historia: la historia del hombre desde que aparece sobre la Tierra, con todos los antecedentes que han provocado esa aparición.Esta historia es complicada y aun controvertida, tiene una vida que merece también ser contada y surge por consiguiente la historia de la historia del hombre.

Como toda buena historia tiene su heroína, con su historia: la historia de la heroína de la historia de la historia del hombre. No extrañará que esa nueva historia tenga a su vez la suya que será la historia de la historia de la heroína de la historia de la historia del hombre. Un trabalenguas que compendia el contenido de este libro excelente que no disimula el entusiasmo de su autor. Justificado, puesto que habla de uno de sus descubrimientos en el rastreo de los albores de la humanidad, lo que llamó East side Story por su localización en el oriente africano. Una gran sequía se abatió unos cuatro millones de años atrás sobre esa región, separando a las dos especies de australopitecos que venían conviviendo y que tuvieron que buscar su salida particular adaptándose al cambio climático. Una de ellas, Australophitecus anamensis, fue estudiada por la familia Leakey desde que en 1959 encontró un cráneo en Olduvai (Tanzania). Se trataba de una especie prehumana de extremidades superiores débiles e inferiores sólidas, y por ello bípeda, posible ancestro del género Homo.

La otra especie, Australopithecus afarensis, nos sitúa en el terreno cultivado por Coppens que, junto a Johanson y Taieb, descubrió 52 hue- secillos de una prehumana joven, la heroína de esta historia, a la que llaman Lucy, inspirados por un tema de los Beatles. No es la más antigua sino el esqueleto menos incompleto de uno de los homínidos más antiguos. Y su rodilla descubre uno de los cambios hacia la locomoción bípeda. Pese a su fascinación por la criatura encontrada no se detiene aquí el relato sino que prosigue por el largo camino que ha llevado al hombre a convertirse en lo que es. Seguimos, dice, sin saber bien cómo actúa la evolución; cómo la materia inerte se convierte en vida en un único lugar y en único momento irrepetible; cómo mucho después un ser vivo progresa hacia la materia pensante al hacerse con una primitiva tecnología, la talla de piedras. Cuando se puso a golpear una piedra con otra empezó a cambiar el mundo, levantando un puente de conocimiento entre el medio y su propio cuerpo. Mientras la cultura tenga esta respuesta desarrollaremos nuestro saber y nuestro dominio del mundo pero si un día no encontramos la salida, la evolución biológica podrá recuperarse y acaso "nos convirtamos en otra especie o en otro género, mucho más complicado". Esta perspectiva de saber lo que fuimos, somos y podremos llegar a ser daría una buena respuesta a una pregunta tópica: para qué sirve la prehistoria.