Image: El sonido del dinero

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Ensayo

El sonido del dinero

Francisco Andújar Castillo

30 junio, 2005 02:00

Carlos III visto por Goya

Marcial Pons. Madrid, 2004. 486 páginas, 28 euros

La historia del ejército español es habitualmente un argumento atractivo, por cuanto se trata de una institución clave para la comprensión de nuestros convulsos siglos XIX y XX. Uno de los capítulos esenciales de la misma es el ejército borbónico, que surge a comienzos del Setecientos, coincidiendo con la guerra de Sucesión, y que llegaría a su culminación en tiempos de Carlos III, promulgador de las Ordenanzas que han regido la vida militar ata hace unos años.

Basado inicialmente en el ejército francés de Luis XIV -e influido después por otros modelos militares como el prusiano- habría de ser el principal instrumento gubernativo y centralizador en manos de los monarcas. La idea tradicional -cada vez más criticada- era que tal ejército prefiguraba ya los aspectos esenciales del ejército contemporáneo, tanto en el desarrollo de nuevas formas de reclutamiento, como en la formación de los oficiales en academias militares, el control directo del poder real sobre el escalafón, los ascensos por antigöedad y méritos u otra serie de características. Algunos, incluso, veían en él los orígenes del "poder militar" posterior.

El que el ejército español del siglo XVIII -escasamente conocido hasta hace unos años- nos resulte cada vez más familiar, se debe en buena medida a la fecunda tarea historiográfica de Francisco Andújar, quien desde comienzos de los años 90 viene ofreciéndonos sucesivas entregas de sus investigaciones acerca de dicha institución y sus gentes. Gracias a ellas, conocíamos ya aspectos fundamentales sobre los orígenes sociales de los militares hispanos de dicha centuria, el Consejo y los consejeros de Guerra, la formación de los integrantes del ejército, los miembros de las elites de poder militar, el fuero y los privilegios a él inherentes, el papel de la Corte, las amplias ventajas de que disfrutaron los integrantes de las Guardias Reales en el acceso al generalato, y otra serie de cuestiones que nos han ido mostrando una fotografía, cada vez más nítida, del ejército borbónico.

Su nuevo libro -sin duda el más importante de cuantos ha escrito hasta ahora- nos ofrece una perspectiva absolutamente novedosa e insospechada. Lejos de la aparente "novedad" del ejército borbónico, nos descubre en él un elemento que -aún no siendo privativo de España- le entronca decisivamente con el precedente de los Austrias y con el Antiguo Régimen: la venalidad de numerosos empleos militares en muchos momentos de la centuria. O dicho de otra forma, una parte importante de los oficiales -desde subteniente a coronel- accedieron a sus cargos sin servicios previos ni conocimiento alguno de la profesión militar, gracias a la compra de los mismos. Numerosas carreras se vieron impulsadas por compras sucesivas de empleos, de forma que el dinero se convirtió en uno de los medios más seguros de acceder o progresar en la profesión de las armas, con todas las ventajas a ella inherentes, y entre otras, la condición nobiliaria a partir del empleo de capitán, que permitía el ascenso social de la burguesía enriquecida.

Lo más curioso, sin embargo, es la escasa huella que tales ventas han dejado en la documentación. Era necesario ocultar por todos los medios la presencia del dinero, evitar el sonido de éste, por lo que solo el fino olfato de investigador de Andújar y una paciente tarea de cruce de fuentes documentales le han permitido acercarse, describir y periodizar un fenómeno de tanta importancia, aportándonos un sinfín de datos sobre los mecanismos, los beneficiarios, los compradores y las carreras de muchos de ellos. A pesar de la limitación y la dificultad de las fuentes, trata de cuantificar la venalidad, que interpreta como una más de las múltiples regalías del monarca absoluto: la de incumplir sus propias normas, que prohibían tal sistema. Ahora bien, ¿se limitaron tales ventas al ejército? La pregunta final del autor plantea serios interrogantes sobre la administración de la España dieciochesca y abre nuevas perspectivas a la investigación de un fenómeno que, seguramente, fue mucho más amplio de lo que se ha venido creyendo.